Tyson Fury dijo: “Suelo beber cerveza durante las concentraciones para entrenar. Me bebí cuatro pintas de cerveza horas antes de mi pelea contra Wilder… y no me hicieron ningún daño”, contó Fury en ‘Seconds Out’.
Ben Davison, el entrenador de Fury, confirmó la historia cervecera: “No está mintiendo. Cuendo le vi le dije que qué cojones era eso… y él me contestó que eran cervezas sin alcohol. Dos días después me enteré que no eran cervezas sin alcohol…”.
“Soy un hombre de 30 años y soy boxeador profesional desde hace 11 años. Estoy casado, soy padre de cinco hijos y si me quiero beber unas jodidas cervezas me las bebo. Si el cuerpo pide algo se lo doy… ¿por qué debo privárselo sólo porque estamos en semana de pelea?”, sentenció Fury.
Para sustentar su teoría Fury explicó que “en el pasado los boxeadores solían beberse un botella de whisky antes de subir al ring… y no les hizo daño. La clave es que si puedes pelear no hay una forma predeterminada en que debe hacerse”.