Si bien la sospecha inicial es de la Segunda División, esta semana se desató un escándalo alrededor de Trujillanos, a raíz de la salida intempestiva de un grupo importante de jugadores y la publicación de una de carta de uno de ellos –Orlando Cordero- en la que deja en evidencia negocios turbios en el fútbol local.
Aunque la compra de juegos no es una práctica nueva en el país, ya antes algún equipo había apelado al “maletinazo” para ascender o evitar descender, la modalidad que vincula directamente a los jugadores en amaños de partidos para favorecer los oscuros negocios de casas de apuestas que operan en otros lugares del mundo, muy lejos de Venezuela.
El gran atractivo que ha seducido a más de un futbolista es la paga en dólares; y dada la actual coyuntura económica nacional, pocos se han resistido a la tentación.
Hasta la fecha no existe denuncia formal sobre un jugador en particular, el único precedente que se ha sentado al respecto es la carta introducida por la Asociación de Clubes de Segunda División ante el Ministerio Público la semana pasada –fechada 28 de marzo-, en la que solicitan una reunión para exponer la problemática que están viviendo y solicitar apoyo para la búsqueda de soluciones.
Daniel Morotti, presidente de Yaracuyanos FC y de la asociación de clubes de Segunda, explicó que la dirigencia tiene una serie de pruebas e indicios, que son las que consignarán ante las autoridades pertinentes “con el fin de que se tomen cartas en el asunto, a ver si se limpia un poquito lo deportivo de una categoría tan exigente”.
Apuntó que a lo interno, como asociación, lo más que han hecho entre los propios dirigentes es advertirse entre ellos de contratar jugadores sobre los que se tienen presunción de prestarse a manejos turbios. “Esa es la manera que hemos conseguido para tratar de mejorar el espectáculo y hacer de la Segunda una categoría más sólida”, apuntó Morotti.
Pero ahora la bomba también estalló en el terreno de la Primera División, específicamente en cancha de Trujillanos, donde todavía no están claros los motivos de los despidos o ceses de contrato repentinos.
La directiva de “los guerreros de la Montaña” no ha emitido ningún pronunciamiento oficial al respecto, desde el departamento de Prensa del equipo han dicho que todo es producto de rumores y que los motivos de las bajas atienden a razones contractuales normales.
La carta de Cordero
En este contexto surgió la “carta de despedida” del atacante Orlando Cordero, un escrito a mano del propio jugador, divulgado en su cuenta en Twtiter, en el que se confiesa “dolido por las cosas malas que están pasando en nuestro fútbol y específicamente en Trujillanos, donde existen personas que les importa más el dinero que el bienestar y la victoria de un grupo”.
“No podemos negociar nuestros valores, lo que fácil llega fácil se va. No más amaño en el fútbol venezolano”, cierra el jugador su misiva con esa frase lapidaria, que deja en evidencia los indicios del presunto fraude.
En la Asociación de Futbolistas Profesionales de Venezuela también se tiene conocimiento de ese tipo de manejos sucios, pero en su oportunidad Juan García indicó que como gremio no pueden hacer más que orientar a los jugadores para que no caigan en esas trampas, que atentan contra su carrera y su libertad, pues a quien se le compruebe el delito podría pagar incluso con cárcel.
En las últimas horas la directiva de Trujillanos emitió un comunicado para condenar la acción de los amaños e informar que había recurrido al Ministerio Público para que investigue el caso. (María José Salcedo)
