A finales de septiembre arranca la novena edición de la Copa del Mundo de Rugby en Japón, y será un acontecimiento que va a atraer al país nipón a miles fans del balón ovalado. El retorno económico previsto es muy alto, siempre que la organización esté a la altura.
Como parte de los preparativos, el comité organizador ha pedido a las ciudades anfitrionas que tengan todo listo, también en los bares. Y es que temen que los más de 400.000 visitantes que esperan no puedan disfrutar de una bebida tradicionalmnete unida al rugby: la cerveza.
Los responsables del Mundial han informado a las diferentes ciudades de Sapporo, Hokkaido y Oita de que deben aumentar el flujo de cerveza en las ciudades. La organización ha advertido que, ahora mismo, los restaurantes y hoteles no están preparados para soportar la demanda de esta bebida, lo que podría derivar en mala publicidad en las redes sociales, y la pérdida de grandes oportunidades de negocio.
Un oficial de la prefectura de Oita, que va a albergar tres partidos de la fase de grupos y dos de cuartos de final, ha confirmado a la agencia Jiji Press que los temores del comité organizador tienen algo de fundamento debido a que muchos restaurantes y hoteles de la zona están ofreciendo viajes con barra libre incluida (o ‘nomihoudai’ como se conoce allí) y no tienen claro que puedan cumplir con la demanda prevista.