Brasil está conmocionado por la muerte del jugador del Sao Paulo, Daniel Correa, quien apareció muerto hace unos días a quien antes de ser asesinado le fueron extirpados sus genitales con un arma blanca, informaron fuentes oficiales.
Por esto, fueron arrestados un hombre identificado como Edson Brittes Júnior, su esposa y su hija de 18 años. Justamente el sindicado como el asesino colgó un video explicando su accionar.
Horas después de conocerse la noticia, fue el propio sospechoso el que difundió un video en el que contó su versión de los hechos: “Cuando quise abrir la puerta, estaba cerrada. Yo derrumbé la puerta de mi cuarto y cuando abro, él estaba encima de mi esposa y ella gritando y pidiendo socorro”, contó el empresario Edson Brittes Júnior sobre la muerte del futbolista del Sao Paulo.
De acuerdo con las investigaciones, el futbolista de 24 años habría sido sorprendido en la cama con la mujer de Brittes, motivo por el cual recibió una paliza, para posteriormente ser trasladado en el maletero de un coche a un local cercano donde fue cometido el crimen.
“Con certeza (fue torturado) porque recibió una paliza dentro de la casa y después tuvo el cuello cortado y los órganos genitales extirpados”, afirmó Trevisan, encargado del caso.
El principal sospechoso es precisamente Brittes Júnior, quien es empresario y fue detenido este jueves por las autoridades, junto su esposa y su hija. Según las autoridades, antes de ser sorprendido, el joven centrocampista mandó fotografías a sus amigos en las que aparecía él con la esposa del principal acusado, quien al parecer estaba dormida.
“Los medios han dicho muchas cosas. Mi esposa nunca tuvo nada con Daniel, mucho menos mi hija. Siempre hay rumores pero la verdad aparecerá. Fue cuando lo quité de encima de mí esposa, lo arrojé al suelo y evité que fuese violada por ese monstruo“, confesó Brittes posteriormente en un video.
“Fue una exageración por parte del autor por más que (Daniel) hubiera tenido una relación con su esposa, algo que aún no sabemos. Fue un exceso, totalmente desproporcionado. No había necesidad de haberle exterminado y mucho menos de esa forma insidiosa y cruel”, señaló Trevisan.