Siguen saliendo a la luz nuevos detalles del accidente de avión en el que el futbolista Emiliano Sala perdió la vida el pasado año 2019. El delantero argentino se dirigía a Cardiff para firmar por el equipo galés, traspasado del Nantes a cambio de 15 millones de libras.
Fue durante el vuelo cuando los radares perdieron el rastro de la avioneta cuando este cruzaba el canal de la Mancha. Dos semanas después, se localizaron en el mar los restos de la nave y se confirmó que era suyo el cadáver que se encontró dentro.
Tres años después el caso sigue trayendo cola y se han ido destapando numerosas negligencias que provocaron el accidente, terminando con el empresario que organizó el viaje condenado a 18 meses de cárcel. En los últimos días la investigación también ha descubierto que murió a causa de importantes lesiones en cabeza y en el torso… y una intoxicación previa.
Los test toxicológicos han destapado que Sala sufrió un “envenenamiento severo” de monóxido de carbono, detectando un 58% de saturación en sangre de este compuesto. Así, la exposición a importantes dosis de este gas habrían provocado que estuviese “profundamente inconsciente” en el momento del accidente, desatando todo tipo de teorías al respecto.
La investigación sobre el accidente continúa y se estudia qué influencia pudo tener esto en la tragedia. La intoxicación indicaría que hubo un problema en el sistema de escape del avión que a la postre pudo haber sido el detonante para que el piloto perdiese el control de la nave.