Ni el Caracas F.C. pese a todos los pergaminos con que cuenta, tampoco el Monagas S.C., un equipo que hasta hace dos años era inquilino de la Segunda División, formaban parte del abanico de favoritos para pelear el título del Torneo Apertura, temporada 2017, del fútbol rentado venezolano.
Sin embargo, el Deportivo Táchira y el Carabobo, que terminaron de primero y segundo en la tabla de posiciones al concluir la fase previa al cuadrangular, quedaron en el camino; primero se despidió el aurinegro, eliminado por el Deportivo La Guaira y luego el combinado granate en la semifinal lo sacó del paso el propio Monagas S.C..
Primero de la final
A las 7 de la noche se pondrá a rodar el balón en el Monumental de Maturín, un escenario donde el anfitrión se hace fuerte, inexpugnable para el que pretenda sacar puntos, fortín que hoy tratará de profanar el “Rojo del Ávila”, que en los hechos saldrá diezmado al campo de juego, sobre todo en el sector defensivo, sin tres de sus principales: William Díaz (suspensión), mientras que Giácomo Di Giorgio y Andrés Sánchez se encuentran lesionados.
No es el Caracas F.C. el mismo del otrora que lo llevó a ganar once títulos, cinco de ellos bajo la batuta de quien ahora es su técnico, Noel Sanvicente; no obstante, e independientemente que cuente con una plantilla muy corta, ha logrado meterse a la final, luego de dejar fuera de acción a su compañero de patio, el Deportivo La Guaira.
Ahora mismo, en los hechos, por plantilla, es superior el “Monaguitas”, la mejor prueba el estar ahora en la final, después de dejar al gran favorito, el Carabobo F.C., un empate a un gol de oro en Valencia, que le sirvió para avanzar, al empatar sin tantos en el choque de ida en Maturín.
El local tiene en los volantes Luis “Cariaco” González y Ángel Lezama los hombres de mayor ingenio para alimentar a los ágiles Daniel Febles y Anthony Blandel, dos criollos de mucho peso en el ataque y un revulsivo desde el banco, de buenas hechuras, como el argentino Juan Pablo Zárate.
Como secreto para ir tranquilo al choque de vuelta a la capital del país, anotar en el Monumental de Maturín esta noche y mantener a toda costa la arquería virgen, conociendo que los tantos de visitante juegan papel preponderante para el equipo que funja de forastero.
La velocidad en el sector medular y un sector defensivo bien parado, son las principales armas de los orientales, tarea a controlar por los “avileños” en su afán de volver a ganar un título después de una orfandad de siete años.
Uno y otro equipo con objetivos totalmente distintos, independientemente la misión sea el título; pues mientras el dueño de casa va en busca de su primer galardón en su corto historial, el visitante, cual ave Fénix tratará de salir de las cenizas luego de siete años de estar desaparecido de los primeros planos, sin conseguir absolutamente nada.
La seguridad en el arco a través del joven mundialista Wuilker Faríñez, además de la experiencia de Evelio Hernández, cerebro en la zona medular y el olfato goleador del artillero Edder Farías, quien fue traspasado al Once Caldas de Colombia, son los hombres de mayor peso para las pretensiones del técnico Noel Sanvicente, que buscará por todos los medios salir ileso de Maturín para esperar en la capital el domingo 2 de julio y después de varios años volver a dar una vuelta olímpica con sus jugadores.
El ganador de esta primera batalla del fútbol rentado nacional, el Torneo Apertura, aparte de ganar el primer cupo para la Copa Libertadores de América de 2018, tendrá el derecho de pelear con el ganador del Clausura lo que será el campeonato absoluto, que le dará una estrella al ganador, mientras que el perdedor obtendrá uno de los puestos para la Copa Sudamericana.
(Homero Duarte Corona)
Primera pega en Maturín
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