David Price, superó traumas de postemporada y subió a la lomita para brindar un recital de pitcheo, y colocar a los Medias de Boston como Campeones de la Liga Americana, dejando en el camino, a los campeones, Astros de Houston, al imponerse con pizarra de 4×1.
Price, con presentaciones irregulares durante la campaña, sin el dominio acostumbrado, pudo salir de apuros, y sumar 16 triunfos por 7 derrotas, ponchando a 177 bateadores y dejando una efectividad de 3.5, fue designado por el manager Alex Cora, para que cumpliera la tarea de titular a los patirrojos.
El quinto compromiso de una serie pautada a siete, encerró a los campeones en momentos críticos, y no pudieron mostrar el potencial ofensivo, cambiando la pizarra en muchos de los juegos de la temporada, y luego las series de división.
Ganaron un solo compromiso, dependiendo del extraordinario trabajo de su estelar, Justin Verlander. Una buena labor, pero no hubo mucho apoyo por parte de la ofensiva, y en este departamento, a los Astros de Houston le fallaron los cálculos, y no pudo entrar en una serie para final tratando de defender el título.
Contra la pared, el manager de los siderales se decidió por su estelar, Justin Verlander, ganador del único compromisos del club. Pero las cosas no salieron bien. Un excelente trabajo pero no son juegos de muchas carreras, en la apertura del tercer tramo, Boston inauguró la pizarra para colocar las acciones 1×0.
Verlander y David Price por Boston, mantenían un atractivo duelo, pero los bates dormidos de Astros no pudieron lograr la carrera de igualar las acciones, por el contrario, han sido los Medias Rojas los más agresivos. En la apertura del cuarto, un jonrón de Rafael Devers con dos hombres en circulación frente a los lanzamientos; de Verlander y dejó con la vista clara a los seguidores del club en el estadio de Minute Maid Park de los Astros. Prácticamente puso cifras definitivas al encuentro y los campeones veían como se desvanecían las posibilidades de seguir vivos.
Cora, fuerte aspirante a ser designado Manager del Año, demostró su capacidad de estratega, con el movimiento de sus piezas, especialmente, en el manejo de los lanzadores.
Dejó a Price por espacio de 6 entradas completas y con el juego 4×1, inició el movimiento del relevo. Matt Barnes y sorprendió al llamar en labor relevista a su estelar, Natan Eovaldi, ganador de uno de los encuentros de la serie. En el otro frente, Justin Verlander cumplió labor de seis tramos, permitiendo siete imparables, todas las carreras de Boston y abanicó apenas cuatro bateadores. No fue la noche del estelar lanzador, y aquí se demuestra que ganar cuatro de siete compromisos, no es cosa fácil, aun teniendo los mejores lanzadores de la rotación.
Boston pudo sonreír y le salieron las cosas de lo mejor. La ofensiva de JD Martínez en el compromiso, ligando de 3-3, con un jonrón, Mitch Moreland de 4-2, Ian Kisler de 4-2 y, en especial, Rafael Devers de 4-1, con un jonrón y trío de carreras impulsadas le vino bien al conjunto, lo que no ocurrió con Houston. Los bates de sus mejores hombres, José Altuve, Carlos Correa, Marwin González, Martin Maldonado, Yuli Gurriel no rindieron lo esperado.
Boston tiene suficientes días para descansar y poner a tono a su cuerpo de lanzadores. La Serie Mundial se pondrá en marcha el próximo martes, y anoche se jugaba el sexto compromiso de la serie de la Liga Nacional entre Cerveceros de Milwaukee y Dodgers de Los Angeles, con 3-2 a favor de los angelinos. El ganador, va a tener como rival al flamante campeón de la Liga Americana, los Medias Rojas de Boston, un conjunto al que no le falta el pitcheo, y se adorna con un temible carro de leña.
Gustavo Carrillo