El Parlamento ruso votó este jueves una ley que califica como “crimen” el hecho de forzar a un deportista a doparse, meses después de que Rusia estuviese a punto de ser excluida de los Juegos de Rio por el escándalo de dopaje a gran escala.
Esta ley, que debe aún ser aprobada por el Senado y por el presidente Vladimir Putin antes de entrar en vigor, establece penas de un año de prisión para los entrenadores que sean declarados culpables de haber recurrido a amenazas o chantajes para que un deportista se dope.
“Se trata, por supuesto, de una respuesta a las críticas procedentes del extranjero que acusan a nuestro país de tener un programa de Estado favorable al dopaje”, declaró el presidente del Comité Olímpico ruso (COR), y a vez diputado, Alexandre Jukov.
El gobierno tendrá “una política de tolerancia cero” hacia el dopaje, aseguró a las agencias de prensa rusas.
Por su parte, el diputado y miembro del comité parlamentario para el deporte, Dmitri Svichtchev anunció que se prepara una nueva ley similar, dirigida esta a los deportistas rusos que hayan consentido doparse.
Rusia fue acusada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de haber puesto en práctica un inmenso sistema de dopaje. Para los Juegos de Rio el Comité Olímpico Internacional (COI) estableció que fuera cada federación internacional la que decidiera qué deportistas podían competir en la cita olímpica.
En total, Rusia no pudo contar con 113 deportistas para los Juegos, incluyendo la casi totalidad de su selección de atletismo (67 atletas de 68).
(AFP)