El paternalismo de Uruguay frente a Venezuela, a nivel de selecciones de mayores, no existe, hace rato terminó, acciones parejas en los últimos 15 enfrentamientos celebrados en el siglo 21, trayendo como consecuencia que en una batalla en el terreno de los acontecimientos cualquier cosa puede suceder.
Claro que en resultados e historial los “Celestes” han ganado mucho: dos Copas del Mundo, títulos olímpicos, amén de otras conquistas; contra muy poco de la Vinotinto, que no es óbice para que en la actualidad haya un respeto mutuo cada vez que se ven las caras, bien sea a nivel de cualquier categoría.
El lapidario 0-3 sufrido por la “Celeste” ante la “Vinotinto” el 31 de marzo de 2004, en el mítico estadio “Centenario”, marco de una eliminatoria sudamericana de cara a una cita mundialista, siempre está latente en la mente de aficionados y crítica especializada de esa pequeña nación del cono sur.
Tampoco puede olvidar la afición venezolana las derrotas traumáticas del seleccionado patrio frente a los dirigidos por el maestro Oscar Washington Tabárez -ya suma 168 partidos en el banquillo de su combinado nacional-, la última de ellas en la pasada eliminatoria con miras al Mundial de 2014, el 0-1 que sacó al conjunto patrio de lo que pudo haber sido su primera participación en una Copa del Mundo, con un gol del atacante Edinson Cavani, quien estará en acción este jueves en el estadio Pueblo Nuevo, haciendo yunta con Luis Suárez.
Para ir a otra categoría, entre los mismos países que este jueves a las 5 de la tarde saltarán al remozado campo del estadio Pueblo Nuevo, en el cumplimiento de la fecha 17ª de la eliminatoria sudamericana de cara al Mundial de Rusia-2018, cómo van a olvidar los uruguayos el revés de su selección por parte de Venezuela en el Mundial de Corea del Sur-2017, que los dejó fuera de todo chance para ir a la gran final.
De esa camada que hizo historia al obtener el subtítulo en la justa universal coreana, Rafael Dudamel convocó para el juego de mañana a un total de nueve, casi toda la selección Sub-20, encabezados por el arquero Wilker Faríñez, quien se ganó la titularidad en el combinado de mayores, junto a Samuel Sosa, Ronald Hernández, José Hernández, Yangel Herrera, Ronaldo Lucena, Sergio Córdoba, Yeferson Soteldo y Ronaldo Chacón, todos militando en clubes de Primera División de América y Europa.
No habrá miedo, pero sí respeto, de los chicos vinotinto ante los consagrados Luis Suárez, Edinson Cavani, Fernando Muslera y Cristian Rodríguez, entre otros, pues varios de ellos salieron bien librados ante rivales de similar talla, en sus enfrentamientos contra Colombia y Argentina.
Venezuela: nada que perder,
mucho que ganar
Hace rato la Vinotinto quedó al margen del Mundial de Rusia-2018, de la mano de Noel Sanvicente, en lo que fue una de las más pobres presentaciones del elenco nacional desde 1999, cuando el desaparecido José Omar Pastoriza le comenzó a cambiar la imagen al fútbol nacional a nivel de selecciones, para continuar Richard Páez Monzón y luego César Farías, quienes le dieron la identidad que estaba esperando la afición nacional al balompié criollo, a nivel de las categorías menores y la mayor.
Producto del “bajón” que tuvo Venezuela en esta eliminatoria, reapareciendo las goleadas del pasado para enviar a la Vinotinto al último lugar de la tabla, donde aún se encuentra sumida, Fevefútbol llamó a Rafael Dudamel para que hiciera la doble función: continuar al frente de las categorías menores y también de la selección de mayores.
El joven entrenador yaracuyano respondió a las expectativas, pues además de conquistar el subtítulo mundial Sub-20, en la eliminatoria sudamericana para Rusia-2018 e independientemente esté fuera de toda opción, la selección ha mostrado otra faz, fiel reflejo de ello los dos últimos empates contra Colombia y Argentina.
Venezuela no tiene nada que perder, pero sí mucho que ganar, ya pensando en lo que será el Mundial de Catar-2022; por el contrario, Uruguay se juega el pase a la cita universal rusa del venidero año, un triunfo que lo catapulte de manera definitiva, tarea nada cómoda, merced de tener al frente a un rival inspirado, con la mente puesta en seguir amargándoles la vida a los que aspiran a la próxima Copa Mundo, que está a la vuelta de la esquina.
(Homero Duarte Corona)
Parejos “vinotintos” y “charrúas”
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