La osa polar Nika, sucesora del pulpo Paul en la Copa Confederaciones, no lo tuvo nada fácil este sábado a la hora de predecir el resultado de la final que disputarán mañana Alemania y Chile, pero tras largas “deliberaciones” todo parece indicar que se inclinó por La Roja.
A pesar de las lluvias que se ciernen sobre la capital rusa estos días, la osa Nika del zoológico de Moscú no se “mojó” en un principio con el resultado: se acercó al plato con la bandera chilena, probó la comida, luego se acercó al plato germano e hizo lo mismo, y repitió la jugada varias veces.
“¿Qué significa eso? ¿Quién ganará la final?”, se preguntaban confusos los periodistas y curiosos congregados en torno a la osa adivina, que se ha hecho famosa al acertar con los ganadores de otros partidos de la Copa Confederaciones.
Y si bien es cierto que la pitonisa se acercó más veces al platillo con la bandera alemana, finalmente optó por desecharlo y lo arrojó a la piscina de su jaula.
“Nika vaciló porque los dos equipos son fuertes y pueden ganar el torneo, por eso la elección del ganador le llevó tanto tiempo”, aseguró a Efe la subdirectora del zoológico moscovita, Nadezhda Zaikó.
Explicó que la plantígrada “es una gran amante del fútbol, conoce a todos los equipos y sus capacidades”.
Pero Zaikó hizo también otra interpretación de la indecisión de Nika.
“Se acercó dos veces al plato de Chile y tres al de Alemania. Puede que nos quisiera dar a entender cómo quedará el marcador al final del partido”, sugirió la subdirectora del zoo.
Mientras, Yuri, un aficionado que leía el diario ruso “Sport Express” mientras su familia observaba a la osa blanca, apuntó a Chile como posible ganador de la gran final de mañana en San Petersburgo.
“El equipo alemán es muy joven, tienen pocos jugadores de nivel internacional, y la selección chilena en lo últimos años viene mostrando buenos resultados en campeonatos latinoamericanos”, dijo a Efe este moscovita.
Tras cumplir con la tarea de mascota adivina de la Copa Confederaciones, Nika se puso a jugar con unos balones para alegría del público que seguía atentamente sus pasos desde el otro lado de la jaula acristalada.
Luego, cansada de mordisquear las pelotas, que se desinflaron nada más caer en sus garras, Nika se acercó de nuevo al plato con la bandera chilena, con el que continuó jugando unos instantes, lo agarró con los dientes y lo cambió de sitio.
Si la osa acertó o no con el ganador lo dirá el futuro más cercano. Lo que sí quedó claro a partir del pronóstico de la mascota adivina es que en el partido de mañana habrá espectáculo e intriga hasta el último segundo. (EFE)