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No convence el aurinegro

La afición tachirense, conocedora del fútbol hasta la médula, no se le puede caer a engaños. Más de tres décadas viendo jugar al Deportivo Táchira, en sus comienzos, allá por el año 1974, para luego seguirle la huella hasta la actualidad, siendo testigo de jugadores de primer nivel en ocasiones y en otras con menor cartel, le da la sapiencia necesaria para sacar sus propias conclusiones del conjunto que quiere ver en el campo de juego, dentro y fuera de su fortín.

Y este equipo amarillo y negro de la era de un hijo de esta tierra, Giovanni Pérez, jugados cinco partidos del Torneo Apertura, temporada 2019, no juega a nada; no por los resultados, que en fin de cuentas no son los mejores, es por lo que enseñan sus jugadores en el propio terreno de los acontecimientos: muy poco.

Frente a Trujillanos, inicio del campeonato, se ganó por 2-1 en casa, con ciertos destellos en el primer tiempo, fiel reflejo de ello el 2-0 arriba; sin embargo, poco a poco se fue diluyendo, para terminar sufriendo, el visitante  no solo descontó, sino que tuvo para  igualar las acciones e incluso llevarse la victoria.

En la visita a Maracaibo para enfrentar al Zulia FC, que venía de ser goleado por el Zamora FC, el ocho veces campeón salió derrotado, sin poder hacer realidad la antigua media inglesa, obtener un empate como mínimo.

El Caracas FC, el archirrival de toda la vida del Deportivo Táchira se apareció en el “Tempo del Fútbol” en la tercera fecha, un Clásico Nacional que siempre da que hablar, independientemente que en esta ocasión fue bastante atípico, muy temprano, cuando apenas los equipos están empezando a tomar la forma.

Se presentó totalmente diezmado el rojo del Ávila, su técnico Noel Sanvicente presentó un equipo alterno, sin ocho de sus titulares de los dos partidos anteriores que habían sido triunfos. La razón…?, simplemente para resguardar sus principales fichas con miras al juego de vuelta de la segunda fase de Copa Libertadores de América, contra el Delfín ecuatoriano.

Como colofón del compromiso, si bien es cierto el aurinegro alcanzó el triunfo, su labor en el campo no fue la mejor; en los primeros 20 minutos el forastero lució superior, no encontraba la brújula el anfitrión, acomodándose un tanto más adelante, pero sin ser más que el visitante.

Se fue arriba el dueño de casa, 1-0 a su favor. Poco duró la alegría, vino la reacción de los “avileños” y en buena lid consiguió la paridad en el marcador.

Los cambios en la parte de complemento surtieron efecto en el local, hubo más volumen de juego, más verticalidad gracias al trabajo del juvenil Jeizon Ramírez Chacón, no obstante fue en tiempo de reposición cuando en un borbollón dentro del área Pablo Camacho pescó el balón y lo envió al fondo de la red para una victoria sufrida.

Un segundo clásico en fila, contra Estudiantes de Mérida, de visitante, una gran prueba de fuego para el  amarillo y negro. La superioridad del anfitrión se puso de manifiesto desde el primer minuto, el colectivo “académico” se fue encima del arco de Beicker Velásquez, quien tuvo que multiplicarse para evitar que su portería fuera profanada.

Carlos Cermeño, sacó una jugada de la chistera, desde su sector, después  del castigo de un tiro de esquina, le devolvieron el balón, metió un centro matemático y la pelota en una parábola impresionante bañó al arquero Araque para ir a dormir al fondo de la red.

Hubo el cambio de libreto del técnico Martin Brignani, le dio ingreso en el complemento al neogranadino Mena, quien literalmente se echó al hombro al equipo, con su velocidad volvió locos a los centrales aurinegros, para obtener sus frutos, par de goles y con la doble conquista darle un triunfo merecido al local.

Se equivocó en los cambios el técnico aurinegro, de acuerdo a lo visto a través de la televisión y sumado a ello se presentó la lesión del defensor Lucas Trejo, que obligó a Giovanni Pérez a ajustar la parte de atrás pero sin conseguir el cometido;  se hizo presente el incesante martillar del combinado “estudiantil”, que no solo empató sino que se llevó la victoria con par de dianas de Mena.

“No mejora el enfermo”

De regreso a casa, tercera presentación en el estadio Pueblo Nuevo, con la necesidad del aurinegro de mantener la racha ganadora en su feudo, pero por encima de toda sacarse de encima el revés sufrido en Mérida.

Pobreza futbolística en el gramado de parte y parte, del anfitrión Táchira y del visitante Monagas SC, que al igual que el Caracas FC vino diezmado, guardando a sus mejores hombres para el juego de vuelta de la Copa Sudamericana.

Sin embargo, pese a la ausencia de varios de sus titulares y de jugar los últimos 25 minutos del partido con un hombre menos, el aurinegro fue incapaz de salir avante; el “monaguitas” hizo el gran negocio, se llevó un punto de oro, convirtiéndose en una piedra en el zapato para el Táchira en los últimos enfrentamientos: empate a dos goles en el Apertura de 2018 en Maturín, victoria del Monagas en el Clausura 2018 en Pueblo Nuevo y empate el viernes pasado.

Jugados cinco partidos, el balance de Giovanni Pérez y sus jugadores no es el mejor: 2 encuentros ganados, 2 perdidos, 1 empatado, 5 goles a favor e igual en contra para 7 puntos.

En la sexta jornada, un nuevo dolor de cabeza para el Deportivo Táchira, visita al Mineros de Guayana, rival con el que no le ha ido bien en el CTE Cachamay durante toda la vida, y con seguridad que en este ocasión no será la excepción, máxime cuando el aurinegro no está en su mejor momento.

Homero Duarte Corona

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