El afamado alpinista suizo Ueli Steck falleció hoy en un accidente de montañismo cerca del monte Everest, en Nepal, según organizadores de la expedición. Tenía 40 años.
Steck murió en el campo 1 del monte Nuptse, explicó Mingma Sherpa, de Seven Summit Treks. Su cuerpo fue recuperado del lugar y trasladado a Lukla, donde está el único aeropuerto próximo al Everest de la zona.
“Esta mañana tuvo un accidente en el Nuptse y murió. Parece que resbaló”, declaró el presidente de la NMA, Ang Tsering Sherpa.
Apodado la “máquina suiza” debido al ritmo endiablado de sus ascensiones, Steck era conocido también por una serie de récords, a veces polémicos, y por encontrarse en el centro de una disputa con sherpas en el Everest.
Steck se encontraba en el Himalaya en plena fase de aclimatación antes de tratar de conquistar el techo del mundo en mayo utilizando una nueva ruta.
Es la primera víctima mortal en la temporada de escalada en Nepal, que comienza en marzo y termina en mayo, coincidiendo con la primavera. Cientos de escaladores extranjeros intentan subir a las montañas del Himalaya en mayo, cuando hay algunos momentos de clima favorable.
El deportista suizo era uno de los especialistas más reconocidos de su generación. Era conocido por su escalada de velocidad, con la que logró varios records por subir la cara norte del Eiger, una cumbre clásica del montañismo en los Alpes Berneses, en dos horas y 47 minutos sin utilizar una cuerda de sujeción.
En 2013 logró la primera subida en solitario de la cara sur del Annapurna, en Nepal, el lugar donde estuvo a punto de perder la vida en 2007 por una caída. Por esta hazaña recibió el “Piolet d’Or” _ considerado el Oscar de la disciplina _ el año siguiente.
En 2015, Steck decidió escalar las 82 cumbres de más de 4.000 metros (13.100 pies) de los Alpes viajando entre ellas solo a pie, en bicicleta o parapente. Completó la tarea en 62 días, ayudando a consolidar la reputación de su sobrenombre, la “máquina suiza”.
En una entrevista el mes pasado con el diario suizo Tages-Anzeiger, Steck dijo que se consideraba un “extraño” en el mundo del montañismo porque para él era más importante un logro deportivo que vivir una aventura.
Preguntado por su expedición al Everest y al Lhotse, que incluía un ascenso rápido de un pico a otro y hacer noche en la “zona de la muerte”, señaló: “Cuando estoy en el Everest puedo parar en cualquier lugar. Por lo tanto el riesgo es bastante pequeño. Para mí es fundamentalmente un proyecto físico, tanto si lo hago como si no tengo la fuerza para todo el recorrido”.
Sobre qué haría que la expedición fuese un éxito, Steck dijo al diario: “Por supuesto quiero subir el Everest y el Lhotse. Pero es una meta muy alta. El fracaso para mí sería morir y no regresar a casa”.