Obviando la eliminación del Mundial de Rusia 2018, en líneas generales, el 2017 ha sido un buen año para el fútbol venezolano, especialmente por lo hecho en las categorías inferiores, donde la conquista del subcampeonato en el Mundial Sub-20 destaca como el mayor logro, no sólo de ahora sino de toda la historia del balompié criollo de selecciones.
Dicha conquista ha dado cuenta del potencial del fútbol venezolano, que ahora mira a Catar 2022 como un objetivo posible, pero para el cual debe continuar un trabajo programado, sin descuidar otros frentes que permitirán seguir avanzando.
En este sentido, la decimoctava edición de los Juegos Bolivarianos, Santa Marta 2017, a celebrarse en el mes de noviembre, aparecen en el horizonte próximo de la vinotinto, que aprovechará el buen momento para buscar su primera medalla de oro en la justa, dominada históricamente por Perú, con seis títulos.
El fútbol venezolano ha subido al podio bolivariano 12 veces, seis para recibir medalla de plata y seis para recoger bronce. La última vez fue en los juegos de 2009, en Sucre, Bolivia, por un tercer lugar. Ocho años y una edición después la vinotinto espera volver y subir a lo más alto.
Con ese propósito, Rafael Dudamel –hasta el momento seleccionador absoluto y de la Sub-20- ha venido trabajando con base en un grupo de jugadores con roce internacional, de los que compitieron en el Sudamericano Sub-17 y otros del patio, donde hacen vida en equipos profesionales de la liga doméstica.
Tres módulos de trabajo se han realizado hasta el momento, el último coincidió con la concentración de la absoluta en San Cristóbal, para el partido con Colombia, por la fecha 15 de las eliminatorias; el cuarto cumplirá la misma condición y se llevará a cabo a partir del próximo lunes, dos de octubre, en la previa al choque con Uruguay.
Con esta convivencia Dudamel busca fomentar el roce entre los jugadores más jóvenes con los experimentados y consagrados de la absoluta, tomando en cuenta que en un futuro inmediato les corresponderá a ellos tomar el testigo y enfrentar el reto máximo de clasificar a un mundial de mayores. La Sub-20, integrada por 29 jugadores, comenzará a llegar a San Cristóbal este fin de semana, para empezar a trabajar el lunes dos, quizá unas horas antes de que lo haga la absoluta, que también inicia su migración a la capital tachirense desde el domingo.
Los chamos aspiran contagiarse al máximo del liderazgo de los más grandes, quienes a su vez delegan la responsabilidad de llevar el fútbol venezolano por un exitoso sendero. Los Bolivarianos 2017 y el Sudamericano de 2019 son terrenos propicios para ir por nuevas glorias. (MJS)
Vinotinto femenina también
cierra filas para Santa Marta
Así como la Sub-20 masculina, la femenina también cierra filas pensando en los Bolivarianos de Santa Marta, y desde el dos de octubre trabajarán bajo el mando del estratega panameño Kenneth Zseremeta, pero en la localidad de Punta de Mata, en el estado Monagas, donde permanecerán hasta el 17 del mismo mes.
Se trata del quinto módulo de trabajo para las chicas, en el cual, dijo Zseremeta, “se trabajará mucho el aspecto físico para llegar bien a los Bolivarianos. Debemos preparar un recambio elemental para ellas, y esperamos conseguirlo en este nuevo módulo, en el que sacaremos el máximo provecho de las nuevas convocadas”.
En la lista de 25 convocadas destaca la presencia de dos jugadoras del Deportivo Táchira: la central Sandra Luzardo y la atacante Yuliana Caile, habituales en las concentraciones del DT panameño, que ya ha celebrado títulos al menos con la primera.