La prensa brasileña ha sacado a la luz las declaraciones que han prestado ante la Policía cuatro testigos de los hechos que condujeron al asesinato del futbolista del Sao Paulo Daniel Correa en la mañana del pasado 27 de octubre. Los cuatro testigos contradicen la versión del principal sospechoso, el empresario Edison Brittes, que declaró que Correa había salido de su casa en estado de embriaguez por su propio pie, y su esposa Cristiana y su hija Allana. Brittes habría intentado hablar con algunos de los testigos para que que sus declaraciones ante la policía relataran hechos coincidentes por los que él describió, según informa el portal Globoesporte.
El primero de los testigos asegura que Edison salió del domicilio para comprar más bebida —en la casa se estaba celebrando desde el día anterior una fiesta por el cumpleaños de Allana— y que regresó 20 minutos después. Este primer testigo declaró que no oyó petición de socorro alguna y que vio a algunas personas bajando la escalera. Afirmó que mientras Daniel, la víctima, era agredida, Cristiana y Allana no hicieron nada. Transcurridos cinco minutos vio a Edison sacando a rastras de la habitación a Daniel, que se movía , pero no hablaba. Este testigo afirmó haber visto a Edison salir de la casa con un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros diciendo que “matarían al hombre” y que el presunto asesino le impidió llamar al servicio de emergencias (Samu).
La segunda testigo manifestó que el día siguiente a la muerte del futbolista, la familia Brittes contactó con ella para que diera una versión de los hechos coincidente con la declaración de Edison. Coincide con el primer testigo en que no oyó a Cristiana o Allana conminar a su marido y padre Edison para que cesara en su agresión a Daniel Correa. Esta testigo sí afirma haber oído a Daniel pidiendo auxilio con voz sufrida: “Que alguien me ayuden, no quiero morir. Socorro”, habría dicho el futbolista mientras era sacado de la casa.
El tercer testigo también fue contactado por los acusados para fabricar una versión de los hechos: “Edison habló y pidió disculpas, hablando de que no teníamos que haber visto eso y que no habláramos para nadie. Que contáramos la historia de que Daniel salió de la casa porque la puerta estaba abierta”, declaró. Este testigo asegura que intentó intervenir en la disputa para que pararan de agredir a Daniel, pero le empujaron.
La cuarta testigo afirmó que no observó señales de allanamiento en la puerta de la habitación de Cristiana —Brittes insinuó que Correa habría intentado violar a su mujer Cristiana— y que vio a Edison y otros dos individuos arrastrando al futbolista hacia el exterior de la casa y, ya en la acera, continuaron golpeando a Daniel a patadas.