Rafael Nadal luchará este domingo por conquistar su segundo Open de Australia. Delante tendrá a un gigante del tenis como Roger Federer y ambos retomarán una rivalidad que ya es histórica. El tenista español ha desarrollado una notable mejoría en los últimos meses, con una serie de claves que evidencian el regreso del mejor Nadal:
1. El fichaje de Carlos Moyá
Se incorporó al equipo de Rafael Nadal en la pasada pretemporada y ha aportado su granito de arena para volver a ver la mejor versión del tenista de Manacor. Su nuevo entrenador, que trabajó la pasada campaña con Milos Raonic, ha ayudado a que nadal incorporara en su juego nuevos automatismos y esos cambios están siendo más que visibles en este Open de Australia.
2. La raqueta martillo
Nadal ha puesto más plomo en la punta para generar más fuerza con el saque y ganar efecto con la derecha. El propio Carlos Moyá destacaba por encima de los demás tenistas del circuito en su época de profesional en la cantidad de plomo que escondía la protección de su raqueta. A pesar del desequilibrio que eso genera, el primer número 1 de la ‘Armada’ aprovechaba esa inercia, a modo de martillo, para generar más fuerza con el servicio y ganar efecto con la derecha, sus dos principales armas. Esa idea de Moyá, uno de los pioneros en el balance, la ha trasladado ahora a su pupilo Nadal, que ha destacado desde su regreso a la competición por sus tiros ganadores, en especial con la derecha. De hecho, en su primer partido con Florian Mayer conectó 27 golpes ganadores de derecha de los 39 que presentaba en total su estadística. “Son pequeños ajustes y cosas que uno va añadiendo para buscar algo más. He añadido un poquito de peso en la punta de la raqueta para conseguir un poco más de daño en mis golpes. Sobre todo en el saque y en el drive”, reconocía.
3. Elección de su ‘arma’ y nuevas rutinas para ser más agresivo
En las largas sesiones de entrenamiento realizadas en la Rafa Nadal Academy de Manacor, y en las que coincidieron sus tres técnicos, Moyá, Toni Nadal y Francis Roig, el tenista probó diferentes raquetas, entre ellas de la marca Head, antes de quedarse definitivamente con su Babolat de toda la vida. Nadal también trabajó a la sombra sus apoyos en pista y la mecánica de su derecha para lanzar hacia delante mano y codo, y no solamente la mano como en los últimos tiempos. Ha corregido la tendencia a caerse de espaldas en el momento de impactar su derecha, algo que le ha ayudado a aumentar su potencia y a dirigir mejor sus tiros. Con ello, pierde menos pista y tiene un patrón de juego más agresivo.
4. Mayor variedad en sus servicios
De igual forma, cambia mucho más la dirección de sus servicios. Si el año pasado, dirigía mayoritariamente su saque al revés del adversario, ahora varía con tiros al cuerpo y a la derecha. La mano de Moyá se empieza a notar.
5. Reestructuración de la temporada
De los 21 torneos previstos en 2016 pasa a 19. Por primera vez en su carrera no habrá gira de hierba antes de Wimbledon, una fórmula que le ha resultado exitosa a Novak Djokovic, campeón en el All England Club en las ediciones de 2011, 2014 y 2015 sin necesidad de jugar nada sobre moqueta verde. Aunque en el caso de Nadal la renuncia a jugar entre el segundo y tercer major obedece más al desgaste de la exigente gira de tierra, la más trascendental del año para él.
(Vía Marca)