Desde la reciente muerte del porteador paquistaní de 27 años Mohammad Hassan, quien fue dejado a su suerte sin ser rescatado de 8.200 metros de la zona de muerte llamada Cuello de Botella del K2 (8.611 m), la segunda montaña más alta del mundo, la indignación crece cada día más y más. Varias personalidades importantes del mundo del alpinismo, así como testigos y expedicionarios que estuvieron en la montaña en ese fatídico y vergonzoso día 27 de julio de 2023, han expresado su opinión. Varios de ellos sin concesiones, llamando las cosas por su nombre.
Hassan tuvo un accidente y nadie le ayudó descender desde la zona de la muerte. Más de 130 personas pasaron por su cuerpo, la mitad de ellos sherpas y porteadores, y la otra mitad clientes. El porteador paquistaní pedía ayuda llorando, pero finalmente fue dejado a su suerte. Tras varias horas de agonía Hassan se apagó para siempre, dejando atrás a su viuda y a sus tres hijos pequeños.
Mientras que los empresarios y agencias estuvieron festejando sin ningún pudor esta temporada tan exitosa para ellos, el mundo entero se quedó atónito e indignado después de lo ocurrido con el porteador Hassan, y varios han dado su opinión.
Tamara Lunger
Tamara Lunger, himalayista italiana, ha expresado su parecer en su página de Instagram, preguntando si dejar a alguien a morir sin rescatarlo es parte de los valores de hoy en día: “Me da náusea el hecho de que la gente sea capaz de actuar tan indiferente, egoísta, codiciosa y sin compasión”. Lunger anota asimismo que es cierto que ella no estuvo allí para juzgar la situación al 100% y que la mayoría de los clientes serían incapaces de asistir a una persona en apuros, por falta de técnica, experiencia y conocimientos, y sus sherpas y asistentes porteadores por supuesto no podrían dejar a estos clientes solos en ese lugar para ir a ayudar a otra persona. “Estoy profundamente triste porque el alpinismo que una vez tuvo un sentido romántico, ahora va en dirección que para mí es simplemente enferma y horrible”.
Reinhold Messner
El famoso alpinista retirado Reinhold Messner en una entrevista para el canal de televisión alemana Welt hace un par de días dijo que el egoísmo ganó y la empatía murió en el K2. Messner añadió que cada vez hay más gente inexperta en las montañas que reservan su plaza para ascender estos ‘ochomiles’ en plan turistas de las agencia de viajes, y si pasa un accidente, por ejemplo, durante la noche en la montaña, es muy difícil que estos clientes puedan ayudar al prójimo. Messner comenta en la entrevista que cuando en el pasado había ocurrido un accidente así, todos los que hubieran estado ascendiendo hacia la cumbre, hubieran interrumpido el ascenso y hubieran ayudado en el rescate. Messner comenta que formula su opinión a base de la información de la que dispone desde hace pocos días, pero la información que le ha llegado es mucho más fea de lo que se hubiera imaginado jamás. También recalca que no es lo mismo ser alpinista, turista de altura o rescatador.
Juanito Oiarzábal
El alpinista vasco, una de las personas que más veces coronó los ochomiles, ha expresado su enfado en sus redes sociales,sin pelos en la lengua: “Estoy harto, estoy cansado y estoy triste de ver como alpinistas mueren simplemente por tener egoísmos de alcanzar una cumbre, y como las agencias nepalíes han prostituido el Himalaya y ahora a Karakorum”. Oiarzábal acusa directamente, como culpable principal, a la agencia nepalí más conocida.
Sebastián Álvaro
El creador de la serie documental famosa ‘Al Filo de lo Imposible’, quien en el pasado formó parte de más de 350 expediciones y organizó y coordinó más de 12 rescates en los picos más altos del mundo, ha escrito un artículo que ha tenido un impacto internacional en los últimos días. Con el título de ‘¿Cuándo se jodió el himalayismo?’, publicado en Desnivel, plantea la pregunta de ¿cómo la comunidad de montañeros ha podido consentir todo esto? Álvaro, con una visión realista y crítica analiza la situación actual en los ’ochomiles’, conducida por la codicia de las grandes agencias que se quedan con un negocio que genera decenas de millones de euros, y donde situaciones como la de Hassan se han normalizado. “En el Everest, dejar a un moribundo, es una situación que se repite desde hace años. Ahora también se produce en el Karakorum. Pérdida de vidas humanas que se incluyen en el balance de lo que se debe pagar por tener el negocio abierto”. El aventurero español da un dato lamentable respecto a la indmenización por la muerte de Hassan. “Tiene una indemnización de unas 200.000 rupias (unos 635 euros al cambio actual)”. Álvaro critica también que excepto dos o tres personas, nadie de esas más de cien personas fue a dar las condolencias a la viuda y los hijos.
La viuda de un fallecido en el K2
En el verano pasado, también en el K2, un escalador afgano llamado Ali Akbar Sakhi también fue dejado en la intemperie sin que nadie le ayudara. Sakhi falleció. Hace tres días, su viuda ha reaccionado a lo ocurrido ahora con Hassan, volviendo al caso de su marido: “La humanidad ha muerto. El año pasado dejaron que mi esposo muriera en el K2 porque su equipo egoísta sólo se centró en ser el primer grupo para alcanzar la cumbre. Mintieron sobre cómo murió Ali Akbar Sakhi para evitar la culpa, y celebraron la cumbre de ellos un día después de que Ali Akbar haya sido abandonado a su suerte para ser dejado a morir por ellos”.
Igual de determinante como Álvaro y Oiarzábal es la escaladora estonia Marie Saame, que estuvo ahora en el K2 y quien ha dado su relato después del incidente, después de recabar toda la información sobre lo que sucedió el 27 de julio de 2023. Su relato ha sido publicado por la periodista Tanya Ivanova, y es impactante. “Me dijeron que la gente estaba demasiado cansada para ayudar (a Hassan). ¡NO! Seguíais para arriba, tuvisteis bastante fuerza para seguir ascendiendo”. Aunque hubo gente que intentó ayudar algo, eso no fue ni suficiente, ni efectivo, según la escaladora de Estonia: “El equipo que fijaba las cuerdas seguía ascendiendo a pesar de haber ocurrido el accidente, porque había un récord mundial en camino y había que impresionar al mundo con ello. Renunciar a hacer cumbre y unir fuerzas para el rescate no fue una opción para vosotros”.
Hay situaciones que no se las puede maquillar de ninguna manera. Ahora el caso de Mohammad Hassan ha abierto una puerta que fue entaponada adrede durante los últimos años en los ’ochomiles’ cuando se trataba de analizar casos y hacer críticas constructivas. Quien se ha aventurado expresar su crítica, ha sido expuesto a ataques ”ad hominem” en muchos casos. Ahora la gente habla, y el K2 es precisamente una montaña donde hay mucho que aclarar todavía en relación a su historia.
Nota final: Wilhelm Steindl ha abierto una recolecta en gofundme.com donde se puede donar dinero para la familia de Hassan.