El político y filósofo estadounidense Thomas Paine dijo una vez: “Cuanto más duro sea el conflicto más glorioso será el triunfo”, frase que describe perfectamente la algarabía con la que los más de 32 millones de venezolanos iniciaron el día de ayer al conocer la gesta heroica del seleccionado nacional sub 20 de fútbol, tras lograr el pase a la gran final de la Copa del Mundo República de Corea 2017, luego de imponerse ante su similar de Uruguay a través de la tanda de penales.
Tras quedar empatados en los 90 minutos reglamentarios, la definición para arrojar a la escuadra que clasificaría a la final del mundial quedó a disputarse desde los 12 pasos, en donde el guardameta venezolano Wuilker Fariñez volvió a figurar al detener dos disparos, dejando la tanda en 4-3 a favor de la Vinotinto.
Un partido sufrido, reñido de principio a fin, emocionante y digno de una semifinal de una Copa del Mundo. El dominio fue compartido, a ratos lo tuvo la Vinotinto y a ratos los charrúas. Fue un típico duelo entre estos dos países; pierna fuerte y entrega en todas las jugadas, determinante hasta el último segundo.
Venezuela arrancó abajo cuando apenas corrieron algunos minutos de la segunda parte y el juez principal, el polaco Szymon Marciniak, sentenció pena máxima luego de consultar el video, pues al comienzo consideró limpia la barrida del central Josua Mejías sobre el delantero uruguayo Agustín Canobbio, decisión que cambió tras la revisión y terminó concediendo tiro penal.
Nicolás de La Cruz, capitán de la oncena celeste, fue el encargado de cambiar la falta por gol, cobrando hacia la mano izquierda de Fariñez quien se lanzó hacia su derecha, aventajando a los suyos al minuto 49. El director técnico venezolano, Rafael Dudamel, no titubeó en comenzar a mover el banquillo haciendo ingresar a Yeferson Soteldo por Ronaldo Peña (58´), después entró Samuel Sosa por Sergio Córdova (76´), y luego sustituyó a Ronaldo Chacón por Jan Hurtado (83´).
De allí en adelante el juego cogió color vinotinto, el equipo que se fue encima de los uruguayos en búsqueda del empate, el cual ya parecía no llegar; no obstante, la recompensa vino al minuto del agregado a través del cobro de un tiro libre ejecutado por la zurda educada de Sosa, quien incrustó el balón cerca del ángulo derecho del pórtico rival, golazo que cayó como un baldado de agua fría para los uruguayos mientras que para los venezolanos simbolizó la resurrección, cambiaron las cosas de ahora en adelante.
Con el 1-1 en marcador y acabados los 90 minutos reglamentarios los conjuntos se fueron a la prórroga, periodo en donde la Vinotinto tuvo más opciones de gol que la Celeste. Hurtado estrelló la pelota en el bajante izquierdo luego de un centro de Adalberto Peñaranda por la banda derecha, casi al final de la prórroga.
Sin más anotaciones todo quedó para la tanda de penaltis en la que Fariñez se lució y fue figura, se agigantó ante los remates charrúas atajando en par de turnos. Con un nuevo sistema para el cobro de los penales Peñaranda aventajó a Venezuela anotando el primero; posteriormente, Valverde empató para Uruguay; seguidamente, el charrúa Rodríguez cobró pero falló, por lo que vino el turno para Sosa quien volvió a convertir. Ronald Hernández agrandó la cuenta para Venezuela 3-1; después, Canobbio y Betancur anotaron e igualaron la pizarra. Soteldo erró su tiro en el horizontal e impacientó a los suyos; Yangel Herrera volvió a subir el marcador 4-3 al marcar para el elenco patrio, dejando todo en las manos de la “Pantera” Fariñez, quien se vistió de héroe al pararle el penalti a De La Cruz, dejando cifras definitivas y consiguiendo el pase criollo a la final.
Luego de las merecidas celebraciones y estallidos de emoción, Venezuela deberá volver a su estado de concentración y prepararse para un último duelo, la gran batalla por la máxima gloria del certamen y perfeccionar la historia coronándose campeón de una Copa Mundo; para ello tendrá que vencer al seleccionado de Inglaterra que alcanzó su clasificación a la Final después de vencer a Italia 3-1, juego a celebrarse en Suwon, el domingo a las 6 de la mañana. (Favio Hernández)