José Altuve un jonronero por excelencia en Grandes Ligas

Apoteósica es la actual temporada que está desarrollando el pelotero venezolano José Altuve en las Grandes Ligas, quien día a día se convierte en buenas noticias y no para de ser imprescindible para que su equipo, los Astros de Houston, se consoliden como principal candidato a titularse campeón en la mejor liga pelotera del mundo, la MLB.
Luego de quedarse con el título de bateo de la Liga Americana, con un average de .346 en 156 apariciones, el criollo se montó en home en 590 ocasiones, conectando 204 hits, 39 de ellos dobles, 4 triples y 24 vuela la cerca, habiendo anotado en 112 oportunidades e impulsado 81 carreras; además de ello fue el tercero en bases robadas con 32.
Con esos números como no ganarse la corona de bateo en cualquiera de las dos conferencias de la Gran Carpa. Es por ello que “Astroboy”, uno de los tantos apodos que en Estados Unidos le han colocado, fue determinante para la clasificación de los Astros a la Post-Temporada, convirtiéndose en uno de los jugadores a seguir en toda la competición.
Poderosa hazaña
Como si todo esto no fuera poco, el “Pequeño Gigante” sigue haciendo de las suyas y no quiere pasar desapercibido en las Grandes Ligas, puesto a que continúa conectando importantes batazos que se convierten en frutos para las victorias de Houston, como la que ocurrió el jueves, en donde derrotaron 2×8 a los Medias Rojas de Boston.
Astroboy emuló lo que hizo en el 2012 su compatriota Pablo Sandoval, quien conectó tres cuadrangulares en una misma noche, solo que el “Panda” lo realizó en un juego de Serie Mundial, ante los Tigres de Detroit, llave que a la postre dejó el título en manos de los Gigantes de San Francisco.
Altuve hizo lo mismo el jueves, y nada más y nada menos que ante Chris Sale, un pitcher que es candidato al Cy Young de la Liga Americana. Tres batazos en solitario que convirtieron el juego en “una locura”, tal como lo describió el mismo pelotero.
Y es que es increíble pensar que un hombre de la estatura de José Altuve, con 1,68, pueda tener la potencia para sacar la bola del parque; características que se espera de individuos más corpulentos y con mayor estatura.
El Pequeño Gigante demostró que las barreras no existen, que las apariencias engañan, y aunque es un imán para conectar imparables dentro del terreno de juego, ahora muestra su faceta de jonronero. (Favio Hernández)