Los Juegos Paralímpicos nunca dejarán de sorprender por su espectacularidad. Lo que son capaces de llegar a hacer algunas personas es algo que continúa asombrando cada cuatro años. En esa ocasión ha sido el chino Zhiqiang Zhong el que dejó enmudecido a todo el Estadio Olímpico con su forma de saltar.
El asiático, al que le amputaron una pierna tras un accidente, disputó la final de salto de altura llegando hasta la zona de carrera apoyado en sus muletas. Las dejó caer y entonces comenzó a dar pequeños saltos hasta que llegó el definitivo. 1,77 fue su mejor marca.
Poco más tarde llegó el hindú Mariyappan Thangavelu, que, también cojeando, logró un registro de 1,89. Solo ocho centímetros peor que la marca con la que Ruth Beitia se hizo con el oro pocas semanas atrás.
Estos atletas no son discapacitados,
son supercapacitados. ??????? #Paralympics pic.twitter.com/7Gj2bvTU1B
— Iñaki Martinez (@bilbaoatletismo) 10 de septiembre de 2016