Henry Álvarez, un humilde jovencito nacido en el sector Mata de Café, vecino a Vega de Aza, en la Troncal 5, carretera de los llanos, es un hombre de sueños, por ello no se detiene en su labor de alistamiento de cara al Mundial de Atletismo Sub-18, programado del 12 al 16 de julio en Nairobi, Kenia, territorio africano.
Comenzó su andar en el atletismo tan pronto inició su bachillerato en la Unidad Educativa de Talento Deportivo Táchira, bajo la batuta del profesor Hernando Hernández y luego con Morelba Useche, hasta el 3er año. En los dos últimos años de la educación secundaria su Alfa y Omega ha sido la entrenadora Shamira Valero, quien ahora mismo lo dirige en su alistamiento para la justa universal africana.
Raya en lo modesto esta promesa hecha realidad del atletismo nacional, con 1.77 de estatura y 68 kilogramos de peso. No se inmuta cuando señala que estuvo en el Campeonato Nacional de Atletismo de mayores en la pista atlética del estadio “La Carolina” de Barinas, siendo juvenil, todo con el firme propósito de hacer la marca que le exigían para clasificar al Mundial.
–Logré el cometido, tenía que hacer un tiempo de 49 segundos y 25 centésimas para los 400 metros planos, no obstante hice 49.07, superando la marca, ganándome automáticamente el cupo, apunta, asomando una sonrisa en su rostro.
La situación de conflicto que se vive en San Cristóbal y el estado Táchira lo ha privado de mantener su trabajo de entrenamiento, obligándolo a viajar a Barquisimeto el pasado jueves, junto a su entrenadora Shamira Valero, para hacer una labor especial en la pista del estadio “Máximo Viloria”, concretamente fuerza, resistencia y velocidad.
No faltó su queja frente al periodista ante la falta de apoyo por parte de las autoridades locales, especialmente el Instituto del Deporte Tachirense, trayendo consigo que su entrenadora le pidiera ayuda al presidente de la Federación Venezolana de Atletismo, que es precisamente el ente que en este momento lo está respaldando en su preparación con miras a la cita mundialista.
Sus padres, Henry Álvarez y María de los Ángeles Parada, son sus grandes aliados, además del aliento de su hermana mayor, la odontóloga Francesca Colmenares y su hermana menor Rosalba Álvarez, quien tiene 13 años y es estudiante en el liceo de El Piñal.
Está claro de la exigencia de una prueba mundial, no obstante, respaldado por lo hecho en el Campeonato Nacional en Barinas y poseer la quinta mejor marca en el concierto suramericano, un tiempo de 49’07 en los 400 metros planos, lo hacen soñar para clasificar entre los mejores del universo en Nairobi, Kenia.
(Homero Duarte Corona)
