ABU DABI, (AFP).- Una de las claves que deberá resolver Gremio de Porto Alegre en la final del Mundial de Clubes, el sábado en Abu Dabi contra el Real Madrid, será la forma de controlar a Cristiano Ronaldo.
El delantero portugués, que ganó este año el Balón de Oro, se convirtió el miércoles en semifinales contra Al Jazira en el máximo goleador histórico del Mundial de Clubes, con seis tantos.
“Si uno mira sus números, es imparable, con un gol por partido. Es una estrella del fútbol, un jugador extraordinario”, afirma el central Pedro Geromel, capitán de Gremio.
“En los últimos diez años, fue cinco veces elegido mejor del mundo o quedó segundo. Hace diez años que está en el nivel máximo”, afirma el zaguero de 32 años.
Gremio repetirá probablemente la defensa con la que ganó a Pachuca, con Geromel y el argentino Walter Kannemann como centrales, con Edilson y Bruno Cortez en los laterales.
La pareja de centrales de Gremio ya se ha medido a Cristiano Ronaldo.
Geromel jugó contra el portugués en la temporada que el brasileño estaba en el Mallorca. en octubre de 2012, y Kannemann perdió la final del Mundial de Clubes con San Lorenzo en 2014 contra el Real Madrid.
“Recuerdo que perdimos (5-0 en Mallorca), pero eran otros tiempos y el Real Madrid jugaba de forma diferente. Cristiano jugaba más por la izquierda y yo marqué más a Higuaín en aquel partido”, resumió Geromel, que tras dejar el Mallorca en 2013 pasó a Gremio.
Antes estuvo en Portugal y cuatro temporadas en el Colonia alemán.