EZPELETA, Francia.- El galés Geraint Thomas (Sky), virtual ganador del Tour de Francia tras ser tercero este sábado en la contrarreloj individual, en la 20ª y penúltima etapa, no pudo reprimir las lágrimas al entrar en la meta. “La última vez que lloré fue cuando me casé. No sé qué me pasó. Me siento en una nube. Me sentí fuerte en la contrarreloj, realmente bien”, señaló el galés, que contrajo matrimonio con su mujer Sara Elen hace un año y medio.
Thomas, que le sacó 2m5s antes de esta contrarreloj al segundo clasificado, Tom Dumoulin (Sunweb), campeón del mundo de la especialidad y ganador de la etapa, solamente perdió 14 segundos respecto al holandés. “No sé qué decir. Es simplemente lo máximo. No pensé en la posibilidad de ganar el Tour de Francia en las tres semanas de carrera y de pronto… ¡he ganado la carrera! No puedo hablar. Es simplemente increíble”, dijo el británico, que este domingo completará la actuación con la tradicional entrada en Champs Elysees.
Tras las bonificaciones de la etapa, Thomas le sacó 1m51s a Dumoulin, que se aseguró la segunda plaza, y 2m24s a su compañero en el Sky, Chris Froome, que entró a 1 segundo del holandés y recuperó la tercera plaza que había perdido el viernes a manos del esloveno Primoz Roglic.
Las palabras del que va a vencer el #TDF2018. El gran Geraint Thomas, imposible no emocionarse ? pic.twitter.com/1YWqMS1mi1
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) July 28, 2018
En una etapa contrarreloj de 31 km entre Saint Pee sur Nivelle y Ezpeleta, en el País Vasco francés, con subidas y bajadas constantes, Thomas iba primero en los tiempos intermedios en los kilómetros 13 y 22. Pero el galés decidió no arriesgar una caída, después de que unas horas antes lloviera, para reducir el ritmo al final al verse vencedor del Tour.
“Me informaron que iba primero y que estaba yendo muy rápido a veces en las curvas. Mi director deportivo Nico Portal me dijo que me calmara y que corriera un poco más relajado, para asegurar el Tour”, explicó el galés. “Eso es lo que hice. Fue estresante. Pensé que podía batir a mis rivales. Era la etapa más importante de las tres semanas. Todo esto es maravilloso”, concluyó.
Thomas agradeció la ayuda a su compañero Chris Froome, ganador cuatro veces del Tour, que trabajó para él cuando ya vio que no podía ganar. “Un gran agradecimiento a Froomey. Estaba muy feliz de verme ganar. El mejor de todos corriendo para mí. Me va a llevar un tiempo creerlo”, dijo.
El galés, muy comedido en sus declaraciones, afirmó que no pensó en la posibilidad de ganar el Tour hasta el viernes, una vez superada la montaña, que le daba un margen de más de dos minutos en la contrarreloj. “Hasta el viernes no pensé en la victoria final. Yo iba día a día, ascensión a ascensión”, explicó al galés, que prefiere esperar para celebrar. “Esta noche celebraremos con una cerveza o dos, pero la gran celebración será en París. Este triunfo es un trabajo de equipo. No solo de mí”, señaló.
El triunfo de Thomas da un gran éxito deportivo a Gales, un país más conocido por sus gestas en el rugby. “Está bien ponerlo en el mapa. Somos un pequeño país y esto es muy bonito para Gales”, indicó.
El ciclista de 32 años no quiere pensar que haya pasado a ser una leyenda del deporte. “No sé qué puede cambiar. Voy a tratar de seguir siendo como soy. Contestaré a eso en un par de años. De momento, vamos a celebrar”, explicó el británico.
Thomas ganó el Tour en su novena participación en la prueba, después de haberlo hecho por primera vez en 2007, con 21 años, terminando en el puesto 140°. “En aquel momento no podía imaginar que un día podía conquistar el Tour. Fue un gran aprendizaje, fue un buen paso para el futuro. Todo parece muy irreal”, explicó.