España posa sus maletas en Francia este miércoles para afrontar la fase final de la Eurocopa-2016, un día después de haber encajado probablemente la derrota más sonrojante de su historia. Perdió el martes jugando en casa ante Georgia, número 137 del ránking de la FIFA, por 1-0.
Más allá de este revés, que puede considerarse como un accidente, los dos últimos años de España, una selección que dominó el planeta fútbol entre 2008 y 2012, ganando dos Eurocopas y un Mundial, han estado acompañados de nubes y sombras.
La voz de alarma empezó a sonar en el Mundial de Brasil-2014 donde quedó eliminada en la primera fase, tras haber perdido los dos primeros partidos ante Holanda y Chile.
Las cosas no mejoraron en la fase de clasificación a la Eurocopa-2016, donde perdió en Eslovaquia, y estuvo detrás de esta selección buena parte de las eliminatorias, hasta que consiguió enderezar el rumbo, en la parte final de la campaña.
Además, el seleccionador, Vicente Del Bosque, no parece tener un once titular, lo que hace más débil a España.
Mientras casi todos los equipos de la Eurocopa saben desde hace tiempo cuál será su portero titular, España no ha dejado claro si jugará con Iker Casillas, el eterno capitán, o David de Gea, mejor jugador del Manchester United esta temporada.
“Estamos en fase de preparación y la portería es un asunto pendiente, como otros”, dijo Del Bosque esta semana antes del partido contra Georgia.
Del Bosque tampoco ha dejado claro cuáles van a ser su centro del campo y su delantera titulares. Todos los cambios realizados por el técnico esta temporada hacen que España llegue sin los automatismos que tenía cuando alzó el trofeo en el Mundial de Sudáfrica-2010.
La única línea que parece inamovible es la defensa con Juanfran Torres, Sergio Ramos, Gerard Piqué y Jordi Alba.
A partir de ahí, Del Bosque ha hecho muchos tests, sobre todo en la delantera.
Muchas pruebas
Frente a Georgia, decidió optar por un delantero centro estático como Aritz Aduriz, pero el juego de España no es de centrar balones al área, sino entrar tocándola.
Del Bosque cometió el mismo error que en el Mundial de Brasil-2014 cuando decidió jugar con Diego Costa, de las mismas características que Aduriz, alejándose del esquema que le había dado resultados antes, sobre todo en la Eurocopa-2012, cuando hacía jugar a Cesc Fábregas, como falso nueve.
Un nueve estático se vuelve invisible con los equipos que amontonan jugadores atrás.
Para la Eurocopa, tras muchas pruebas, todo indica que Del Bosque puede confiar en la delantera en el buen momento de Nolito, el atacante del Celta formado en la cantera del Barcelona, y Álvaro Morata, el cotizado atacante de la Juventus.
Aduriz debería ser la solución para desatascar partidos que se compliquen, como en el famoso partido de octavos de final del Mundial-2010 contra Portugal, cuando Del Bosque hizo entrar a Fernando Llorente, que dinamitó todo el entramado defensivo luso.
Pedro Rodríguez, el otrora indiscutible en España, y el novel Lucas Vázquez están llamados a ser una alternativa a Nolito.
En el centro del campo, Del Bosque ha realizado también muchos tests. Con Andrés Iniesta y Sergio Busquets como indiscutibles, el técnico no ha dado en la tecla de una medular que se conozca de memoria y que esté bien coordinada.
Contra Georgia, Cesc Fábregas y Thiago Alcántara más que complementarse se estorbaron, mientras que Koke Resurrección, el incansable volante del Atlético Madrid, no acaba de irrumpir en la selección española con un gran partido.
Bruno o Koke podrían hacer de Xabi Alonso para formar el doble pivote junto a Busquets que tan buenos resultados dio.
Una de las reválidas para Del Bosque es sacar el máximo rendimiento a David Silva, que parece encontrarse en buena forma y que puede jugar en la delantera o en el centro.
El primer partido de la primera fase, el lunes en Toulouse contra la República Checa, está a la vuelta de la esquina. A Del Bosque le quedan cinco días para resolver muchas dudas.