SAMARA, Rusia, (AFP) – Australia sobrevivió en el Mundial de Rusia-2018 con un empate 1-1 ante Dinamarca, este jueves en Samara, en un partido de la segunda jornada del Grupo C en el que los ‘Socceroos’ evitaron la derrota ante los europeos con un penal decretado mediante el videoarbitraje (VAR).
Mile Jedinak anotó para Australia esa pena máxima en el 38, después de que Christian Eriksen hubiera adelantado a los daneses en el 7.
En la clasificación, Dinamarca suma 4 puntos y Australia logra su primero en esta edición, a la espera del choque entre Francia (3 unidades) y Perú (0) en el otro partido del día en este grupo.
El reparto de puntos contentó a ambos equipos: a los daneses les permite liderar provisionalmente la llave C y a los australianos les deja con alguna oportunidad de clasificación para la última jornada.
El partido se puso de cara para los europeos con el tempranero gol de Eriksen, en un mal rechace de Aaron Mooy que interceptó Pione Sisto y el volante del Celta pasó para Nicolai Jorgensen, que de espuela cedió para Eriksen, que fusiló a Mathew Ryan de media volea (6).
Tras el gol, los ‘Socceroos’ tomaron la iniciativa frente a un equipo danés muy bien Parece organizado defensivamente y que a punto estuvo de anotar el segundo en un cabezazo de Jorgensen a centro de Henrik Dalsgaard que se marchó fuera por muy poco (24).
Pero todo cambió para los daneses ciando un cabezazo de Mathew Lockie tocó en la mano de Yussuf Poulsen de manera voluntaria, según interpretó el colegiado español Antonio Mateu Lahoz tras consultar el videoarbitraje.
El capitán Mile Jedinak no falló desde los once metros.
Los daneses acusaron el golpe de encajar un gol sin apenas haber recibido ocasiones del rival y no fue hasta cerca de la hora de juego cuando comenzaron a tomar de nuevo la iniciativa del juego.
No obstante, ambos equipos parecieron más preocupados de no perder que de ir a por la victoria y apenas se acercaron con peligro al área rival, salvo un disparo lejano de Pione Sisto (73) y dos tiros consecutivos de Daniel Arzani, el jugador más joven de este Mundial, y Leckie, ambos rechazados por Kasper Schmeichel (87).