MADRID, (AFP) – Tras nueves meses en el Real Madrid, Zinedine Zidane ha tenido tiempo de plasmar sus ideas en un equipo que mezcla juego, intensidad defensiva y libertad ofensiva, y se enfrenta el martes al Legia de Varsovia en Liga de Campeones (20h45).
“Zizou” ya enunció sus grandes principios en su toma de posesión a principios de enero: “Mi concepción es intentar jugar pase lo que pase, desde atrás, saliendo rápidamente, jugar en el campo contrario, conservando la posesión de la pelota”, había prometido el técnico francés, afirmando que quería “jugar a lo Zidane”.
Nueve meses más tarde y con una Liga de Campeones en el bolsillo, su Real Madrid ha desarrollado un juego seductor, lejos, por ejemplo, de la defensa a ultranza y el contraataque preconizado por José Mourinho (2010-2013).
En esto, Zidane se acerca más al juego desarrollado por el italiano Carlo Ancelotti (2013-2015), del que fue ayudante, aunque su Real Madrid no hace ascos a otros recursos, como las jugadas a balón parado y las transiciones rápidas.
En las siete primeras jornadas de Liga, el Real Madrid de Zidane registró una media del 53% de posesión de balón y fue el tercer equipo en efectuar un mayor número de pases, por detrás de Barcelona y Sevilla. “La idea nuestra es siempre la misma; es intentar buscar el balón, jugar en campo contrario”, recordó “Zizou” el viernes.
El excentrocampista del Real Madrid (2001-2006) y de la selección francesa no se ve, no obstante, como un gran táctico: “No he inventado el fútbol, sólo quiero aportar mis conocimientos”.
La intensidad como imperativo
El Real Madrid tiene talento, pero el compromiso físico debe ser permanente, repite a menudo Zidane. Frente al riesgo de desconcentración de sus estrellas, “Zizou” se ha visto obligado a pedir más intensidad tras cuatro empates consecutivos contando todas las competiciones. Sobre todo, teniendo en cuenta que el centrocampista defensivo brasileño Casemiro, capital para el equilibrio y el impacto del conjunto, está lesionado.
El sábado, los jugadores madridistas escucharon a su entrenador al firmar una gran primera parte contra el Betis (6-1) en Liga, conjugaron técnica y compromiso, y cada uno de ellos desempeñó su papel a la hora de defender.
“Cuando se pone la intensidad necesaria es muy difícil para el adversario. Trabajamos para eso, hay que mantener esta constancia. Es un partido de referencia”, dijo un alegre Zizou.
El martes, también habrá que evitar cualquier relajación contra el Legia en el estadio Santiago Bernabéu en Liga de Campeones, a pesar de que, a priori, es el rival más modesto del grupo F.
Para mantener a todo el mundo fresco y comprometido, Zidane también es un convencido de las rotaciones. Y no pasa nada si el delantero estrella Cristiano Ronaldo se mostró molesto por sus sustitución contra Las Palmas (2-2) a finales de septiembre…
La libertad como lema
A pesar de esta efímera bronca con “CR7”, Zidane no deja de presentar a su trío ofensivo “BBC” (Bale-Benzema-Cristiano) como algo “no negociable” en su sistema 4-3-3.
A esos tres, el Balón de Oro-1998 deja toda la libertad del mundo para desarrollar su juego, siempre que el equipo mantenga su equilibrio y el bloque esté compacto detrás de ellos.
Mientras un club como el Barcelona parece apostar más por su juego colectivo, el Real Madrid de Zidane parece a veces más dependiente de la inspiración individual de sus estrellas.
Pero, esto también resulta: el cuarto gol marcado contra el Betis el sábado fue un contraataque maravilloso con un toque de balón. “Lo voy a ver y a disfrutar”, aseguró Zidane.
Los jugadores son de la misma opinión que su entrenador: mientras su predecesor, Rafael Benítez era considerado demasiado controlador, Zidane es alabado por su dejar hacer.
“‘Zizou’ es muy tranquilo, muy profesional y trabajador. Y sabe escuchar, lo que es una ventaja”, resumió Cristiano, que cuenta con 96 goles en Liga de Campeones, y podría el martes alcanzar la barra mítica de los 100 tantos en la competición continental.