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Con un desastroso error del portero argentino Cristian Campestrini, que según el técnico paraguayo José Cardozo “se da cada 100 años”, el Puebla perdió ante el Guadalajara un partido que tenía ganado en la decimotercera jornada del torneo Clausura-2017 del fútbol mexicano.
El Puebla se fue al descanso con una cómoda ventaja de 2-0 que se le esfumó en la segunda mitad. Las ‘Chivas’ descontaron 2-1 al minuto 55, y luego, el argentino Osvaldo Centurión les obsequió el empate 2-2 al 74.
El tiempo regular llegó a su fin con el marcador empatado y el árbitro compensó con cuatro minutos. Fue en el tiempo añadido cuando Campestrini realizó la inaudita pifia que derivó en el gol del triunfo para el Guadalajara.
Al 90+3, el guardameta argentino contuvo un disparo de media distancia y se tiró sobre el balón para asegurarlo mientras Carlos Fierro, delantero del Guadalajara, siguió caminando hasta llegar a la línea de meta, incluso tocó el poste lamentando que la jugada no había culminado en gol.
Campestrini se levantó, y sin percatarse de que Fierro estaba detrás de él, arengó a sus compañeros para que esperaran su largo despeje; el arquero tiró el balón al césped y cuando iba a tomar vuelo para patearlo lejos, el atacante del ‘Rebaño’ se percató y marcó el 3-2.
Para Cardozo, el entrenador del Puebla, la situación fue surrealista: “Pensé que estaba durmiendo y que cuando amanecía el balón ya estaba adentro”.
El técnico paraguayo no quiso atribuirle la derrota a su arquero, por eso declaró que lo que hizo Fierro, en complicidad con Campestrini, fue “un gol que aparece cada 100 años”.
A pesar del apoyo moral de su entrenador, Campestrini habló al final de partido con lágrimas en los ojos: “como dicen en Argentina, ya me pegarán una patada en el culo y tendré que ir a buscar trabajo a otro lado”.
(AFP)