MOSCÚ, 7 Jun 2018 (AFP) – Representantes de unidades de policía de los 32 países que disputarán el Mundial de fútbol trabajarán codo a codo en el Centro de Cooperación Internacional (CCPI) ubicado en la ciudad de Domodedovo, con el objetivo de evitar desbordes, actos violentos y vandalismo durante Rusia-2018.
“Operativos todos los días”
Una escuela de policía cerca del aeropuerto de Domodedovo, ubicada a 50 kilómetros al sur de la capital rusa, es el sitio en el que se reunirán las fuerzas especializadas en la lucha contra los hooligans de esa treintena de naciones durante la Copa del Mundo, para integrar el CCPI y llevar adelante sus operativos policiales.
“Estará activo todos los días para intercambiar información entre las delegaciones y las autoridades rusas, en función de los partidos y de eventuales incidentes”, explica a la AFP el comisario Antoine Mordacq, a cargo de la división nacional de lucha contra los hinchas violentos del fútbol (DNLH).
La delegación francesa, por ejemplo, estará compuesta por cinco policías: dos se quedarán en Domodedovo, mientras que “los otros tres irán a los estadios en los que dispute sus partidos la selección de Francia”, y se quedarán hasta el día después de la eliminación… o victoria final de Francia”, añade Mordacq.
“Ese equipo móvil estará presente, sobre todo, para acompañar a los hinchas franceses, actuar como una suerte de facilitadores con las autoridades rusas, en cada estadio o a nivel nacional”. También tendrá la misión de detectar a eventuales elementos problemáticos, “aunque no hay entre los hinchas de Francia aficionados ‘sensibles’ ni hooligans susceptibles de ir a Rusia”, comenta.
Presencias conflictivas
Pero ese no es el caso de todos los países con hinchas que se desplegarán en territorio ruso durante la competición. Por ejemplo, Polonia, Serbia, Croacia o Inglaterra son países con hinchas a seguir de cerca. En el caso de los británicos, seis oficiales aterrizarán en Moscú para trabajar en temas de seguridad.
“Todos los países y las autoridades se han mostrado cooperativas, con buen intercambio de información e interacción. No hay problema”, admitía a fines de mayo el director general del Comité de Organización del Mundial-2018, Alexeï Sorokin, en su paso por París.
Esta cooperación generó la construcción de una “lista negra” de hinchas indeseables en suelo ruso. “Normalmente, han sido notificados de antemano”, explicó Sorokin a la AFP. “Se les ha dicho que no van a poder obtener el visado, ni la identificación de Fan de la FIFA (pasaporte de hinchas, una de las novedades para esta competición) y que su ingreso a los estadios ha sido prohibido”.
Rusia cooperativa
Un gran dispositivo de cooperación se pone en práctica durante cada gran evento, Eurocopa o Mundial, desde hace unos cuantos años. Dado que Rusia quedó apuntada para su falta de cooperación durante la Eurocopa de Francia-2016, en la que se vio a hinchas rusos violentos generar incidentes graves en Marsella frente a sus pares ingleses, esta vez “las autoridades rusas tienen la voluntad firme que todo se desarrolle en paz, principalmente desde el punto de vista de los actos de violencia”, apunta Antoine Mordacq.
Pero “no entiendo de dónde vienen los temores, la Copa del Mundo es una gran fiesta, una gran alegría para todo el mundo, un clima de amistad. No comprendo por qué se habla siempre de hooligans. No esperamos comportamientos de ese estilo de parte ningún grupo de hinchas de cualquiera de los países participantes”, dijo por su lado Alexeï Sorokin.