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Derrota por la mínima

El partido distó mucho de ser un compromiso entretenido. (Foto/Jorge Castellanos)

El partido distó mucho de ser un compromiso entretenido. (Foto/Jorge Castellanos)

Un tanto de cabeza a falta de cuatro minutos para el final del compromiso salvó la aburrida paridad que estuvo a punto de concretarse en el marcador del duelo amistoso entre los seleccionados femeninos de Venezuela y Colombia, realizado durante la tarde de ayer en el estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo y en donde cayó derrotado el combinado local por la mínima diferencia.
El compromiso lo definió un cabezazo de la central neogranadina Daniela Arias, quien conectó un centro desde la derecha de su compañera de equipo Catalina Usme, para darle dirección al esférico con destino al palo izquierdo de la guardameta criolla Lisbeth Castro, quien por más que se estiró no pudo evitar la caída de su pórtico.
Aunque el partido se inclinó más hacia lo monótono y resaltó por su escasa calidad individual y colectiva, fue Venezuela quien pudo tener más intenciones de ganar el cotejo, mostrando algunas pinceladas que no supieron concretar.
Colombia también la tuvo, en menor cantidad que la Vinotinto, pero logró proponer en algunas ocasiones. Sin embargo fue en una de ellas en que pudieron encajar la pelota dentro de las redes rivales y llevarse este triunfo de tierras sancristobalenses.
La primera mitad solo dejó dos ocasiones de gol, una para cada seleccionado. La visita fue la primera que estuvo a punto de abrir el marcador luego de que la central Petra Cabrera no pudiera despejar bien un centro rastrero, se escachó y se la dejó prácticamente en bandeja de plata a la delantera colombiana, quien de pierna zurda buscó batir a la portera Castro; pero esta terminó desviando la redonda a la raya de fondo.
Seguidamente vino la respuesta nacional por intermedio de la única referencia en punta, Joemar Guarecuco, quien llegó a un pase filtrado, cruzado, y con su pierna derecha quiso ponérsela a un lado a la arquera neogranadina, la cual hizo alarde de sus reflejos y en dos tiempos se quedó con la pelota.
Los últimos 10 minutos de ese primer tiempo fue lo mejor que mostró Venezuela en todo el encuentro, pues fue una tromba en ataque y controló el juego contrario, prácticamente no les dejaba subir de la mitad del campo; lamentablemente no pudieron anotar y se fueron con el 0-0 al descanso.
Dejando todo para el complementario, en el cual se vio más de lo mismo, un juego trabado y opaco por ambos bandos, con fallas en la definición y pelotazos con ansias de sorprender a los malos despejes defensivos. Solo Colombia pudo ver luz y marcó en las últimas de cambio, llevándose una victoria quizás no tan merecida pero que al fin y al cabo es bien recibida.
(Favio Hernández) 

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