El Deportivo Táchira vive por estos días sus horas más oscuras, y no es solo porque no consiga los resultados, sino porque el ambiente, dentro y fuera del equipo, se torna hostil, tenso e incómodo.
El episodio que se registró en el entretiempo del partido con Anzoátegui, este jueves por la noche, cuando los aficionados apostados en la tribuna principal del estadio reclamaron con insultos mayor entrega a los jugadores aurinegros, que hasta ese momento perdían 0-1, da cuenta del turbio entorno, que termina afectando no solo al futbolista sino también a sus familiares, específicamente madres y esposas, que se vieron involucradas por igual en esa gresca verbal.
Lo peor es que esta versión del Deportivo Táchira, plagada de caras nuevas y muchas jóvenes, luce muy floja, pese a que acumulan ya 12 partidos jugando juntos, cuatro por Libertadores y ocho por torneo, y en cada partido, lejos de mejorar, su ritmo futbolístico pareciera que empeora.
Los mismos errores de concentración siguen pasando factura en defensa y ataque. Los tres últimos goles encajados, tanto ante Zamora (1) como ante Anzoátegui (2), no fueron virtudes del rival, sino serias equivocaciones del equipo tachirense.
El guardameta José David Contreras es uno de los principales señalados esta semana, pese a que el jugador viene de un reposo largo, tras la infección ocular sufrida a principios de año.
Contreras saltó de la recuperación a la titularidad sin hacer escala en la banca, luego de que Beycker Velásquez fuera pasado a la filial por decisión técnica, en razón de su indisciplina, al igual que otros dos jugadores: Ángel Lezama y Joel Infante.
Pero, además de Contreras, las equivocaciones se suscitan en casi cualquier posición. El equipo entrega el balón erradamente o es anticipado con facilidad. Las llegadas al frente de ataque son con dificultad y cuando por fin lo logran, los remates terminan yéndose a cualquier lado y los goles se botan hasta debajo del arco.
“Tenemos un problema de profundidad en ataque, no podemos ocultarlo”, reconoció el técnico Francesco Stífano luego del partido con el Anzoátegui, y añadió que “para mí fue una derrota, me voy con un sabor amargo”.
La desazón de Stífano no es para menos. Único responsable de la renovación y confección del equipo, el caraqueño no tiene más opción que seguir rotando a los jugadores –todavía más-, buscando la solución a los problemas, que pareciera no estar ya en el plano estratégico sino en el motivacional.
La racha más negativa
Lo cierto es que hoy los números del arranque de temporada de Francesco Stífano superan en lo negativo lo hecho por Hugo ‘Pitillo’ Valencia, en 1999, y Jesús Vera en 2011, quienes en ocho partidos acumularon nueve puntos, producto de dos triunfos, tres empates y tres derrotas.
Stífano, en los mismos ocho juegos, tiene ocho puntos, con apenas un triunfo, cinco empates y dos derrotas.
A Vera le costó el cargo, en su momento, por ese bajo rendimiento; Valencia alcanzó a terminar el torneo corto de aquella campaña del 99, y el caso de Stifano va por el mismo camino, toda vez que en días pasados la directiva manifestó públicamente su respaldo para que siga adelante con el proceso.
Edmundo Kabchi denuncia a Jorge Silva
por incumplir pago pendiente del equipo
Como si la crisis de resultados que vive Deportivo Táchira no fuera suficiente motivo de preocupación para jugadores, cuerpo técnico y directiva, Edmundo Kabchi, antiguo dueño de la divisa tachirense denunció públicamente a través de las redes sociales a Jorge Silva por incumplimiento de pago del equipo, al tiempo que advirtió que iniciará las acciones legales pertinentes para recuperarlo.
Kabchi escribió en su cuenta de Twitter (@EdmundoKabchi) que “en vista de la mala situación deportiva del Deportivo Táchira, el incumplimiento de pago por parte de los actuales propietarios y atendiendo al clamor popular, mis abogados contactarán al señor Jorge Silva para intentar recuperar la propiedad del club, debido a dicho incumplimiento”.
Extraoficialmente se conoció que la deuda pendiente entre Silva y Kabchi asciende al millón de dólares.
Edmundo Kabchi estuvo al frente del Deportivo Táchira por nueve años, primero en sociedad con el fallecido Ruffo Yhon y luego como propietario absoluto. Este período registra una de las épocas más prósperas del club en lo deportivo, luego de ganar tres campeonatos absolutos (2007-2008, 2010-2011 y 2014-2015), registrar participación en las Copa Libertadores de 2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2016.
Pese a su salida del Club, Kabchi siempre se mantuvo pendiente del equipo, como un hincha más y utilizaba la tribuna de las redes sociales para enviar mensajes de apoyo y aliento al equipo.
Hinchas celebran
La advertencia de Kabchi a Silva fue celebrada en las redes sociales por los aficionados del equipo, que rápidamente se convirtieron en multiplicadores del mensaje y agradecieron que “el gordo” atendiera “el clamor” de la hinchada de su regreso a la dirigencia del Deportivo Táchira.
Al momento del cierre de esta nota, Deportivo Táchira no había pronunciamiento oficial sobre la denuncia. (MJS)
María José Salcedo