Debut y despedida

Debut y despedida. Así de efímera fue la participación del Deportivo Táchira en la Copa Libertadores, tras caer eliminado en la primera fase frente al Deportivo Capiatá de Paraguay.
El 1-0 del conjunto Escobero en la ida fue definitivo para sentenciar la serie frente al aurinegro, que empató en la vuelta en Pueblo Nuevo sin goles, un marcador que automáticamente lo dejaba fuera.
La clasificación de los paraguayos fue más que justa. Los dirigidos por Diego Gavilán fueron los de la apuesta clara de fútbol a lo largo de los 180 minutos, en los que si bien no fueron contundentes de cara al arco, sí fueron capaces de jugar con orden e inteligencia al administrar la mínima diferencia que los trajo con ligera ventaja a San Cristóbal.
Lo mismo no se puede decir del Deportivo Táchira, en el que todavía es evidente la ausencia de una idea clara de juego. Los vestigios de buen fútbol que mostró el cuadro tachirense en los últimos 25 minutos en la ida terminaron en eso, apenas vagas muestras de lo que en algún momento pretende hacer Santiago escobar con este equipo, al que todavía le faltan horas de trabajo y competencia.
La apuesta –por demás arriesgada- que tomó el DT colombiano en la vuelta, al plantar a Samuel Sosa, naturalmente volante de segunda línea, como lateral izquierdo y buscar su proyección al ataque, estuvo apenas cerca de resultar. El juvenil logró llegar al menos en tres ocasiones en los primeros 20 minutos del juego, pero su genialidad no pasó de buenos centros, el último toque siempre faltó. No llegaron nunca ni Hurtado, mucho menos Aquino.
Pero el efecto ‘sorpresa’ que intentó Escobar se acabaría con el pasar de los minutos. Si bien se proyectaba como quería Samuel Sosa, su falta de marca lo dejaba desnudo cuando el equipo debía defenderse. Esta falencia la notó rápidamente el conjunto rival y por ahí evitó las posteriores subidas del muchacho, alrededor del cual se multiplicaron los cuidados.
Pero no sólo fue la rápida neutralización de Sosa, fue la nula sociedad entre Pedro Ramírez y Josmar Zambrano la que también hizo estragos en la zona de creación tachirense, aunque no fue así en las primeras de cambio.
Y es que Zambrano se mostró en principio como el hombre de las ideas en el Táchira, pero por alguna razón muy pronto comenzaron a llegar los errores en el traslado de balón cuando intentaba juntarse con Ramírez. Adicionalmente a ello, el Zurdo, que se juntó en la primera línea con Víctor Córdoba y era encargado de dar salida limpia a la pelota, falló reiteradamente en su labor.
Así las cosas pronto Táchira comenzó a sentir como Capiatá subía como agua al cuello y pasó múltiples apuros, pero una vez más José David Contreras estuvo inmenso en el arco para apagar cualquier ‘candelita’ que se prendiera.
En el segundo tiempo, fue prácticamente el mismo libreto. Quizá Táchira hizo un poco más, por garra y respeto a la tribuna, pero nunca tuvo la claridad y la frialdad para embocarla al arco de Bernardo Medina. El 0-0 fue definitivo y sentenció la eliminación de un Deportivo Táchira que necesita rodaje para engranar en la idea de fútbol que pretende Escobar.
Lluvia de piedras
Al término del compromiso hubo conato de trifulca a las afueras de Pueblo Nuevo. Un grupo de personas comenzó a lanzar piedras hacia el estadio, provocando tensión en el ambiente. Pronto las fuerzas públicas lograron despejar a los irregulares.
Ficha Técnica:
Táchira (0): Contreras; Zafra, Romero, Mosquera, Sosa (Briceño 85’), Córdoba, Rojas, Zambrano (Pérez Greco 45’), Ramírez, Hurtado (González 58’) y Aquino. DT: Santiago Escobar.
Capiatá (0): Medina; Bonet, Paredes, Ortigoza, Martínez; Ledezma (González (74’), Irala, Luzardi (Ruíz 83’), López, Irrazabal y Gamarra (Pérez 74’). DT: Diego Gavilán. (MJS)