La empatía entre la gran familia de los Angelitos Down y el Deportivo Táchira volverá a estar de cuerpo entero hoy a partir de las 9 y 30 de la mañana en la Cancha Alterna de Pueblo Nuevo.
Una amistad, convertida en amor y ternura, nacida hace nueve años, para ir arraigándose cada vez más, Un hecho sin precedentes dentro del deporte nacional, vuelve a estar sobre el tapete. Y nada mejor que a través de la actividad del fútbol, la disciplina de mayor arraigo en el planeta tierra.
Por noveno año consecutivo, jugadores del plantel profesional amarillo y negro y un universo de más de un centenar de Angelitos Aurinegros, pertenecientes a 44 escuelas e instituciones de Educación Especial de 29 municipios, cada año por esta fecha, dada la celebración del Día Mundial del Síndrome de Dwon, todos como uno solo, confundidos con padres y representantes se unen en una gran fiesta en las instalaciones de la Cancha Alterna de Pueblo Nuevo, sede oficial del Deportivo Táchira.
No es un partido para rivalizar en el terreno de juego, la disputa de tres puntos, sino un encuentro lleno de grandes emociones en la cancha y en las graderías, algo sin parangón en los anales deportivos del ocho veces campeón nacional del balompié rentado en casi medio siglo de fundado.
La consigna de los Angelitos Down no es otra que, ganar por novena vez consecutiva el trofeo de campeones frente a sus ídolos, y de esta forma ampliar esta especie de dictadura ante las figuras del club aurinegro. Celebrar con mucha pasión, la emoción reflejada en sus rostros cada vez que envían el balón al fondo de la red, el grito de gol que retumba en las gargantas de cada uno de estos angelitos que ya tienen este enfrentamiento como algo grandioso en sus mentes y en sus corazones..
Desde tempranas horas de las mañana las puertas de la Cancha Alterna de Pueblo Nuevo, detrás del estadio de fútbol, estarán abiertas para que las familias de toda la entidad federal, amantes del balompié por excelencia, aparte de ver de cerca a los jugadores del Deportivo Táchira, puedan disfrutar de una mañana especial, una fiesta deportiva que solo se da una vez cada año.
Fiesta mundial
En el Táchira, Venezuela y el universo, en el Día Mundial del Síndrome de Dwon, se realizan infinidad de eventos, a nivel deportivo y otras actividades, vivo ejemplo de ello el de Ricardo, un niño mexicano que al igual que todos las criaturas que cuentan con 21 cromosomas al nacer; ya hecho un hombre adulto, es independiente, tiene un trabajo como anfitrión y mesero en la cafetería Cordica 21 y está a punto de convertirse en entrenador de fútbol para torneos con jugadores con esta condición.
Allá mismo en la capital mexicana, desde hace cinco años se realiza el Torneo 21, especializado en adolescentes con síndrome de Down, justa en la que compiten, en promedio, 12 combinados, cada conjunto con diez jugadores.
La importancia de estos eventos, como el que realizan hace nueve años los Angelitos Down con el Deportivo Táchira, e igual en México, tiene que ver con el “desarrollo de sus capacidades intelectuales, motoras y de integración al grupo; que sepan jugar en equipo, la actitud es muy importante, que sepan comportarse, apoyar al compañero, aceptar la derrota y si eso lo aplican en su entorno familiar… es parte de la inclusión que se quiere lograr con estos seres”, explicó en entrevista al influyente diario mexicano el Excélsior, el director de T21, José Ruiz.
“Kike” Rosales, el gran ausente
Por ocho años consecutivos, siempre estuvo en primera fila el recordado Erasmo Enrique Rosales Carvajal, mejor conocido en los medios, amigos y colegas como “Kike”, acompañado de su hija María Daniela, jovencita de la misma familia del Síndrome de Down.
No estará en lo físico nuestro recordado “Kike”, el Creador lo llamó a su seno el pasado 28 de marzo, pero su espíritu estará al lado de su hija y los Angelitos Down; desde el Cielo tendrá puestos sus ojos del alma, pidiendo al Todopoderoso para que proteja a quienes hoy desde muy temprano se darán cita en el campo y las graderías de Cancha Alterna de Pueblo Nuevo.
Homero Duarte Corona