Catar, anfitrión del Mundial de fútbol de 2022, está gastando 468 millones de euros a la semana (500 millones de dólares) para acondicionar el país de cara al evento deportivo, explicó este martes el ministro de Finanzas del emirato.
Ali Shareef Al-Emadi explicó asimismo que esta inversión faraónica continuará de forma ininterrumpida hasta el año 2021.
“Gastamos cerca de 500 millones de dólares por semana en los principales proyectos y eso va a continuar así durante los próximos tres o cuatro años a fin de conseguir nuestro objetivo, que no es otro que estar preparados para 2022”, indicó a los periodistas en rueda de prensa.
En total, la potencia petrolera desembolsará 200.000 millones de euros para organizar la Copa del Mundo.
“El 90% de los contratos ya han sido adjudicados, y esto no comprende únicamente estadios, también vamos a contruir autopistas, vías férreas, aeropuertos… Las verdaderas infraestructuras, hospitales y todo lo demás”, dijo.
Cuestionado por el hecho de que dicho gasto hará del Mundial de Catar el más caro de la historia, el ministro argumentó que “si tenemos en cuenta únicamente la construcción de estadios, no será el Mundial más caro de la historia”.
Además, Al-Emadi aseguró que está inversión está fuera de peligro en lo que déficit presupuestario se refiere, aunque el país haya experimentado recientemente problemas en ése sentido a causa de las fluctuaciones en el precio del petróleo.
Catar sufrió el año pasado su primer déficit presupuestario en 15 años, cifrado en más de 11.200 millones de euros.
(AFP)