Buenos Aires, Argentina – AFP – El plantel de River Plate partirá el miércoles de Buenos Aires hacia Madrid donde el domingo disputará frente a Boca Juniors la superfinal de la Copa Libertadores de América-2018, que enfrenta a los archienemigos del fútbol argentino, informó el club este lunes.
“El plantel completo viajará este miércoles 5 de diciembre a las 14H00 locales (17H00 GMT) en vuelo chárter desde el aeropuerto de Ezeiza (área privada)”, informó un comunicado de River Plate.
El partido revancha de la final debía jugarse el 24 de noviembre en el estadio Monumental, de River Plate, pero fue postergado en dos ocasiones por graves incidentes y finalmente reprogramado para el domingo próximo en el estadio Santiago Bernabeu, del Real Madrid, pese al rechazo de ambos clubes argentinos.
Este lunes tanto Boca como River pusieron a la venta las 5.000 entradas que cada club tiene a su disposición para los hinchas que viven en Argentina y que cuestan 3.600 pesos (95 dólares).
En España los boletos otras 20.000 entradas para hinchas de River que no residen en Argentina se agotaron en horas, indicó a la AFP una fuente cercana a la organización.
En cambio, las 20.000 entradas para seguidores de Boca no residentes en Argentina estarán a la venta a partir del martes a las 19H00 GMT.
Sin embargo, no se venderán las 80.000 plazas disponibles en el Bernabeú, para que haya una zona vacía que separe a ambas hinchadas, añadió la fuente.
Boca aún no confirmó oficialmente su horario de partida hacia Madrid, pero sus hinchas ya convocaron a un “banderazo” de aliento y despedida de los jugadores a La Bombonera para el atardecer del martes en el barrio de La Boca, al sur de la capital.
Estaba previsto que el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto aborde un avión el miércoles a la 01H30 locales (04H30 GMT).
En la otra punta de Buenos Aires, los fanáticos de River planean hacer una demostración similar para sus jugadores, aunque aún se está definiendo el horario.
Ambas entidades protestaron la decisión de la Conmebol de llevar el juego a Madrid luego de haber sido suspendida la superfinal por la agresión a pedradas al autobús del plantel de Boca en las cercanías del Monumental de Buenos Aires, hace diez días.
La Conmebol no encontró otra fórmula que sacar la sede de Argentina. River presentó una enérgica protesta por haber perdido la condición de local, en desigualdad luego de haber jugado en La Bombonera el encuentro de ida, que finalizó 2-2 y no se produjeron incidentes.