BERLÍN, 16 Ago 2017 (AFP) – Tras escalar posiciones en un mundo tradicionalmente masculino, Bibiana Steinhaus se prepara para hacer historia esta temporada, en la que se convertirse en la primera mujer en arbitrar en la élite de la liga alemana de fútbol, como juez principal, una novedad en los grandes campeonatos europeos.
En el pasado hubo precedentes de mujeres árbitros que estuvieron en partidos de primera división en Francia, Italia o Inglaterra, como jueces de línea. Steinhaus dará ahora un paso más allá.
“Es un mensaje fuerte para el resto del mundo”, celebró en Facebook la secretaria general de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Fatma Samoura. “Si eres buena, el sexo no cuenta”, subrayó.
¿Cuando dirigirá Bibiana Steinhaus su primer partido de la Bundesliga, que comienza este fin de semana? La decisión todavía no se ha tomado, pero ella se mantiene tranquila e ilusionada: “No me pregunto si voy a arbitrar diez, doce o dieciséis partidos”, dice. “Cada partidos será para mí una prueba de confianza y mi objetivo es que tras el pitido final la gente diga que el arbitraje fue el adecuado para ese partido”.
La carrera de Bibiana Steinhaus no ha comenzado ahora y a sus 38 años esta atlética mujer de 1,81 metros de altura lo ha sido todo en el arbitraje del fútbol femenino, con una final del Mundial, una de los Juegos Olímpicos y una de la Liga de Campeones como experiencia.
“Es un bonito reto”, sonríe sobre el salto ahora a la primera línea en campeonatos masculinos. “Todos los aspectos del arbitraje me fascinan, incluidas las dificultades. Reconozco que la Bundesliga está a un nivel superior, todo va mucho más rápido”, analiza.
Diez años de espera
El sexismo y los prejuicios han acompañado su carrera, pero ella prefiere no detenerse mucho ante ellos. “Nunca tuve como objetivo hacer avanzar la emancipación de las mujeres”, admite, “hago lo que me gusta hacer”.
En 2015 tuvo un problema con Kerem Demirbay, entonces jugador del Fortuna Düsseldorf, que hizo correr ríos de tinta. El jugador fue expulsado y fue sancionado entonces con cinco partidos por haber dicho que las mujeres no tenían nada que hacer en el fútbol.
Para llegar a cumplir su sueño, esta funcionaria de la policía ha trabajado duro, incluso con un entrenador personal: “Necesitaba estar al máximo física y mentalmente, estudiar bien a los equipos antes de los partidos, para saber qué tácticas de juego pueden tener y cuáles son los jugadores clave”, relata.
Para llegar a la élite del fútbol alemán su espera ha sido de diez años en segunda división, antes de ser ascendida a la primera. Más tiempo que el que necesitaron los otros 23 árbitros de la Bundesliga.
“Durante los cinco primeros años, Bibiana se hizo un hueco”, justifica Lutz Michael Fröhlich, uno de los jefes del arbitraje del fútbol alemán. “Durante los cinco siguientes, ella mejoró mucho en el plano físico y se adaptó a las exigencias del alto nivel. Además de eso, ha desarrollado grandes competencias en materia de dirección y de gestión del juego. Al final de la temporada 2015-2016 era la primera de la clasificación de árbitros de la segunda división y el año pasado seguía en el grupo de cabeza”, cuenta.
Por ahora su caso es único. Por eso ha sido seis veces coronada “árbitro femenino del año” por la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
Ahora su carrera entra en otra dimensión.