Desde que debutó en la temporada 2003-2004 con el CD Baskonia en la Tercera División de España, el venezolano Fernando Amorebieta se propuso como meta ser campeón, pero no fue sino hasta este año cuando ese sueño se hizo realidad, y lejos de la tierra que lo vio formarse como jugador profesional.
Amorebieta había jugado la última temporada (2016-2017) en la Liga con el Sporting de Gijón, pero luego emprendió un viaje de 10.196 kilómetros desde esa ciudad española hacia Avellaneda, ciudad de la provincia de Buenos Aires, Argentina, para enfundarse la casaca del Independiente.
Tras 13 años militando en Europa se marchó al balompié argentino con la misma meta que se propuso cuando debutó con 18 años: ser campeón.
Amorebieta tenía solo un título en su palmarés; la Eurocopa Sub-19 realizada en Suiza en 2004, pero su espinita estaba a nivel de clubes, algo que cambió el miércoles con la obtención de la Copa Conmebol Sudamericana.
El nacido en Cantaura, estado Anzoátegui, vivió también una dura situación al jugar en la Segunda de Inglaterra entre 2014 y 2016 con el Fulham y el Middlesbrough, pero la suerte le fue favoreciendo regresando a España y ahora en Argentina, donde ha salido a relucir su mejor versión.
El futbolista de 32 años consiguió, siendo figura, su primer título en su carrera, siendo además el tercer venezolano que logra levantar una copa de Conmebol de manera consecutiva. (Redacción)