Enderezar el rumbo será el objetivo del Deportivo Táchira, cuando enfrente al Deportivo JBL esta tarde a partir de las 4 y 30, en partido pendiente de la séptima fecha del Torneo Clausura, que debió celebrarse el domingo 27 de agosto pero que fue pospuesto por celebrarse en la víspera del Venezuela–Colombia.
Por la actualidad de ambos equipos, el duelo se convierte en decisivo para los intereses de uno y otro. Con tres derrotas al hilo, la victoria es una obligación para el Deportivo Táchira, que ganó por última vez hace un mes y desde entonces se ha ido alejando de la zona del octogonal –es noveno con 13 puntos- y, por si fuera poco, ha perdido terreno en la acumulada, donde ya está a seis puntos del Carabobo (55), que de momento es el dueño del boleto a fase previa de la Copa Libertadores.
Pero además de jugarse el regreso a la liguilla final, la permanencia de Santiago Escobar es otra de las cosas que estaría en juego y es que los rumores apuntan a que, de no lograrlo, el técnico neogranadino daría un paso al costado y Deportivo Táchira pasaría a engrosar la lista de equipos que han cambiado de técnico esta temporada, en la que ya se han registrado hasta 32 sustituciones.
Del lado del conjunto JBL Zulia, justamente uno de los equipos que ya ha cambiado hasta tres veces su técnico, aunque ha vuelto al mismo: Frank Flores, lo que está en juego es la permanencia en la Primera División.
El conjunto zuliano es décimo quinto en la clasificación ordinaria del Clausura, con nueve puntos en igual número de partidos (dos triunfos, tres empates y cuatro derrotas), pero es penúltimo en la acumulada con 23 unidades, dos más que el Atlético Socopó, que ocupa la última casilla.
El JBL viene de perder frente a Trujillanos por la mínima diferencia, igual resultado que condenó al Deportivo Táchira en Maracay frente al Aragua.
Pero más allá de los resultados, en el caso de Táchira el problema es su indescifrable estilo de juego que muestra, con complicaciones para atacar y defender.
Al respecto, jugadores y cuerpo técnico hacen mea culpa y reafirman su compromiso de trabajar para levantar semana tras semana, pero desde la eliminación en Copa Venezuela, la distancia es cada vez más larga de las palabras a los hechos.
Escobar cuenta con la totalidad del plantel, salvo Jan Hurtado, que sigue siendo la excepción por disposición de la junta directiva. El portero titular José David Contreras y el volante Samuel Sosa se sumaron al equipo ayer en la tarde, luego de tres días al servicio de la selección nacional. Las fuerzas están completas y la oportunidad para revertir el mal presente está servida, aunque se vende cara.
Sumar completo le permitirá al Deportivo Táchira llegar con el autoestima suficiente para enfrentar las próximas dos jornadas, en las que protagonizará primero el clásico andino ante Estudiantes de Mérida este domingo y luego el nacional, frente a Caracas el primero de octubre. (MJS)