El holandés revitaliza a un equipo que se descomponía. Las claves: disciplina, nuevo dibujo, boom de Ansu Fati y ganarse a Messi
El Barcelona necesitaba una revolución. Un entrenador de carácter fuerte a quien no le temblara el pulso a la hora de tomar decisiones difíciles y fuera capaz de insuflar nuevo aire a una plantilla desangelada. Eso lo ha conseguido Ronald Koeman, que ha llegado como un huracán.
El once tipo que ha alineado el holandés en sus dos primeros partidos de Liga conserva siete nombres presentes en el humillante 2-8 encajado ante el Bayern (serían ocho, muy posiblemente, si Ter Stegen no estuviera de baja), pero la actitud y el rendimiento físico, entre otros factores, no tienen nada que ver con esa última gran debacle azulgrana.
CAMBIO ANÍMICO
El comportamiento que muestran los jugadores sobre el terreno de juego es muy diferente al que exhibieron en algunos momentos con Ernesto Valverde y no tiene nada que ver con la que evidenciaron bajo el mando de Quique Setién. Lo del cántabro fue un intento de primera revolución que se quedó en nada y que, además, culminó con un cierre de temporada sin títulos. Ahora, las cosas son muy diferentes.
Basta con un ejemplo: ante el Celta, con uno menos y un cómodo 0-2 en el marcador, tanto Jordi Alba como Gerard Piqué se lanzaron sin dudarlo al ataque en un contragolpe para ampliar distancias, algo que lograría finalmente Sergi Roberto en el tiempo añadido. El compromiso se nota también en las tareas defensivas: ni ante Villarreal ni en Vigo, en este caso pese a la inferioridad numérica, se encajaron goles.
PREPARACIÓN FÍSICA
Una buena predisposición debe estar acompañada por un buen tono físico. Eso Koeman lo tiene clarísimo. «Se juega como se entrena», recalcó tras el 0-3 en Balaídos. «Yo desde el primer día he visto jugadores con mucha hambre y ganas de revancha, en el sentido de que no se puede aceptar una temporada como la pasada, y están trabajando mucho, entrenando muy fuerte y con más intensidad», insistió el técnico azulgrana tras el partido. «Hemos trabajado muy bien en la pretemporada, en los entrenamientos y eso se nota», le secundó Sergi Roberto. Juanjo Brau vuelve a ser el responsable de la preparación física. Ahora, sin duda, hay mayor intensidad en el trabajo.
EL FACTOR MESSI
El hastío del argentino, plasmado en su intento de dejar unilateralmente el club, encendió todas las alarmas. Al final, Bartomeu consiguió que se quedara a regañadientes y, a pesar de que aseguró que su compromiso iba a ser máximo, era normal que reinase el escepticismo. Pero desde que se incorporó a los entrenamientos, Koeman hizo todo lo posible para ganarse su confianza y parece haberlo logrado. Lo colocó como titular en el primer amistoso, le ha situado de falso nueve y le ha recordado que es el líder, la gran referencia. Esta semana, el crack ha reiterado, en una entrevista a un medio deportivo barcelonés, su compromiso con el equipo. Y, en Vigo lo demostró con creces. «Leo está enchufadísimo, ha corrido muchísimo y se ha dejado la piel por el equipo. Es importantísimo para nosotros que esté con tantas ganas», destacó Sergi Roberto.
EL NUEVO ESQUEMA
Koeman ha apostado por un entramado táctico a priori muy alejado del 4-3-3, tan del gusto del Camp Nou y que, de hecho, empezó a forjar su leyenda con él sobre el terreno de juego y con Johan Cruyff en el banquillo. Ronald considera que el 4-2-3-1, denostado a ojos de los barcelonistas desde que a Serra Ferrer no le fueron demasiado bien las cosas con esa apuesta y que Frank Rijkaard también tuvo que cambiar tras sus primeros meses al frente del equipo, es el modelo con el que mejor rendimiento puede sacar a las piezas de las que dispone actualmente. De esta manera, consigue colocar, por ejemplo, a De Jong, Coutinho y Griezmann en las posiciones en las que considera que pueden hacer más daño, aunque el delantero francés, por ahora, sigue sin brillar.
LA RECUPERACIÓN DE COUTINHO
El fichaje más caro de la historia del Barça (160 millones) levantó muchas expectativas cuando llegó en enero de 2018, pero su rendimiento se hundió la temporada siguiente. Se le dio por perdido y se le cedió al Bayern con intención de que recuperase parte de su valor para venderlo. Allí empezó a fraguarse su renacimiento. En Lisboa, aunque no fue titular con los bávaros, cerró el 2-8 con dos tantos. Aun así, no se esperaba que tuviera otra oportunidad en el Barça, pero Koeman tenía otros planes. Lo ha resituado en una posición en la que realmente puede explotar todas sus virtudes, la de mediapunta, y está brillando. En el Mundial de Rusia 2018, su rendimiento con Brasil fue incluso superior al de Neymar. Parece que el preparador holandés ha encontrado la forma de reconciliar al centrocampista con su perfil más creativo.
LA EXPLOSIÓN DE ANSU FATI
La última gran perla de La Masia ya hizo sus pinitos la temporada pasada, pero, en lo que llevamos del presente curso, está demostrando con creces sus méritos para ser indiscutible en el ataque del primer equipo. Por lo pronto, ha marcado tres goles en dos partidos e incluso forzó el penalti que le permitió a Messi anotar el momentáneo 3-0 frente al Villarreal. Su presente y futuro son muy ilusionantes. Koeman ha decidido darle continuidad y apostar muy fuerte por él. Hasta tal punto, que ha enviado a Ousmane Dembélé, el segundo fichaje más caro de la historia del Barça, a un segundo plano… y puede que incluso a la puerta de salida.