Fútbol
Mundial 2026 enfrenta desafío climático: calor extremo amenaza a jugadores y aficionados
sábado 27 diciembre, 2025
A siete meses del inicio del Mundial 2026, el calor extremo se perfila como uno de los principales retos para la FIFA y los países organizadores. Estudios científicos y experiencias recientes del Mundial de Clubes alertan sobre riesgos significativos tanto para futbolistas como para espectadores en un torneo programado durante el verano en Estados Unidos, México y Canadá.
Medidas preventivas en estadios anfitriones
El SoFi Stadium de Los Ángeles ejemplifica los preparativos para combatir las altas temperaturas. El recinto cuenta con quince vaporizadores gigantes de más de dos metros que se activarán si el termómetro supera los 26,7 °C. Otto Benedict, vicepresidente operacional del estadio, explicó que con 70.000 personas en estado de emoción, la capacidad de respuesta ante el calor intenso resulta fundamental.
Sin embargo, no todas las sedes cuentan con infraestructura similar. Un estudio del International Journal of Biometeorology identificó seis ciudades de alto riesgo: Monterrey, Miami, Kansas City, Boston, Nueva York y Filadelfia, donde las temperaturas podrían superar los 35 grados en termómetros de bulbo húmedo (WGBT).
Protocolo FIFA: pausas obligatorias de hidratación
Tras las críticas recibidas durante el Mundial de Clubes 2025, donde jugadores y entrenadores denunciaron condiciones extremas, la FIFA implementará pausas de hidratación obligatorias en los minutos 22 y 67 de todos los partidos, independientemente del clima.
El calendario priorizó horarios diurnos para estadios climatizados como Dallas, Houston y Atlanta, reservando las horas más frescas de la tarde para las zonas de mayor riesgo. El sindicato FIFPro reconoció estos esfuerzos como “consecuencia directa de las lecciones aprendidas”, aunque mantiene que persisten “partidos de riesgo” y recomienda aplazar encuentros cuando se superen los 28 grados WGBT.
Riesgo subestimado para espectadores
Christopher Fuhrmann, director adjunto de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, advirtió que el peligro para los aficionados ha sido “infravalorado”. A diferencia de los atletas profesionales, los espectadores pueden presentar comorbilidades que los exponen a golpes de calor potencialmente mortales.
Los estadios, construidos con cemento, asfalto y metal, generan temperaturas superiores al exterior. Factores como la circulación de aire limitada, escasas zonas de sombra y el consumo de bebidas alcohólicas agravan la situación. La FIFA aún no ha especificado si permitirá botellas recargables o si los aficionados deberán pagar por el agua.
Coordinación meteorológica y prevención
Benjamin Schott, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (NWS), enfatizó la importancia de la “prevención”, especialmente para visitantes extranjeros desconocedores del clima local. El NWS tendrá un interlocutor en cada ciudad sede para emitir alertas según las previsiones meteorológicas, aunque la decisión final sobre la celebración de partidos recaerá en la FIFA y gobiernos locales.
El experto advirtió que las condiciones del Mundial de Clubes “no fueron nada excepcionales” en un país donde los récords de temperatura se superan anualmente, anticipando que el cambio climático continuará presentando desafíos para eventos deportivos masivos.
La competición, programada del 11 de junio al 19 de julio, pondrá a prueba la capacidad organizativa de los anfitriones para garantizar la seguridad de millones de personas en condiciones climáticas cada vez más extremas.








