De la preocupación se pasó a la alarma: la explosión de casos de coronavirus covid-19, cuya nueva cepa tiene en seria dificultades a Reino Unido, ha alcanzado al fútbol.
Aunque todavía no es una iniciativa formal, los jefes de los clubes ven con mucha preocupación los casos de Sheffield United, que reportó 18 casos positivos, y los previos del Manchester City, que no pudo jugar su partido contra Everton por 7 nuevos casos y a esta altura no sabe si también tendrá que aplazar el duelo contra Chelsea.
El partido de Sheffield contra Brunley sí se jugó, igual que el de Southampton contra West Ham, a pesar de que el entrenador, Ralph Hassenhuttl, se aisló en casa después de que un miembro de la familia dio positivo.
Pero ahora es Fulham el que ha informado de una serie de casos positivos antes de su juego contra Tottenham, aunque aún no se ha hecho una solicitud de aplazamiento. No son tan lejanos los recuerdos de Newcastle, también afectado por un contagio masivo que lo obligó a reprogramar un juego. Y así se van sucediendo los casos…
La angustia pasa porque se ha ido alcanzando un récord histórico de casos de covid-19 en las 1.479 pruebas realizadas entre el 21 y el 23 de diciembre.
Se especula que en Reino Unido pudo originarse una nueva cepa del covid-19 que sería más contagiosa, lo que tiene en alerta a las autoridades sanitarias y por supuesto al fútbol. Según la prensa británica, ya se habla en reuniones privadas de platear una pausa de dos semanas como medida de protección para todos los protagonistas del espectáculo.
Por ahora, lo único que se ha hecho es revisar los protocolos para ver si se pueden establecer controles más estrictos, pero los resultados no invitan al optimismo.
Sin embargo, no se descarta una decisión radical antes de que el propio Gobierno británico tome alguna decisión radical que obligue a parar el torneo. Las dificultades por la pandemia siguen siendo un dolor de cabeza.