Los ánimos han cambiado radicalmente en el Club Esportiu Llançà, que logró el ascenso a la Segunda División Catalana pero ha causado una enorme polémica por su celebración. Y es que uno de los responsables del club contrató a una mujer para que hiciera un estriptis frente a los jugadores en el mismo vestuario.
Las críticas recibidas después de que el Diari de Girona destapara el escándalo han llevado al club a pedir disculpas “si se ha herido la sensibilidad de alguien”, asegurando en un comunicado que el ‘show’ fue “un regalo que hizo una persona” a título individual.
La contratación la realizó el secretario del club, Francesc Romero, quien pidió disculpas al alcalde del municipio y consideró que su único error fue no pedir permiso.
El club también defiende que en ningún momento se hizo con ánimo de ofender a alguien, sino con motivo de celebración por el ascenso a Segunda Catalana” y reitera las disculpas “si se ha herido la sensibilidad de alguien”.