El Bayern Munich abrió el curso en Alemania con una impresionante goleada (8-0) ante el Schalke, para demostrar su condición de máximo favorito al título, que supondría su novena Bundesliga consecutiva. Menos de un mes después de alzar la Champions en Lisboa, el equipo de Hans-Dieter Flick sumó su 22ª victoria consecutiva, con la que amplía a 31 su racha de partidos sin perder en 2020.
El ‘hat-trick’ goleador de Serge Gnabry y el debut de Leroy Sané acapararon los focos en un desierto Allianz Arena. “Pese a conquistar el triplete el año pasado este equipo aún tiene hambre. Ha sido un comienzo de curso impresionante”, valoró Sané, por el que el gigante bávaro pagó 50 millones en julio al Manchester City.
La otra gran noticia del viernes fue el estreno anotador de Jamal Musiala, que en el minuto 81 cerró el marcador con un disparo cruzado. El centrocampista alemán, de 17 años, se convierte de este modo en el futbolista más joven en la historia del Bayern en marcar en un partido de Bundesliga.
Leon Goretzka, Robert Lewandowski, de penalti, Thomas Müller y el propio Sané también consiguieron batir al desdichado Ralf Faehrmann, guardameta de un Schalke cuyo último triunfo se remonta al mes de enero.
EL SEVILLA, EN LA SUPERCOPA
Hay que recordar que el Bayern podría sumar otro título el próximo jueves, cuando se mide al Sevilla en Budapest en la final de la Supercopa de Europa. Sería su segundo título en este torneo, tras el conquistado en 2013, cuando batió al Chelsea en la tanda de penaltis en Praga (2-2, 5-4).
Este viernes, el equipo presidido por Herbert Hainer debió jugar de nuevo a puerta cerrada, pese a que sólo 48 horas antes confiaba en acoger a 7.500 aficionados. Sin embargo, el alcalde de Múnich no estuvo de acuerdo. La capital bávara vio revisada el jueves al alza su tasa de infección (47,6 por cada 100.000 habitantes), por lo que no cumplió con el requisito de tener una tasa inferior a 35 por cada 100.000 habitantes.
El sábado y el domingo, varios miles de espectadores, repartidos en varios estadios, podrán marcar el regreso del público a la Bundesliga, por primera vez desde el parón de marzo.