La selección de los Países Bajos prolongó su inmaculado camino en la Liga de Naciones tras encadenar este miércoles su segunda victoria consecutiva al imponerse por 1-2 a Gales, en una jornada en la que Bélgica se redimió de la contundente derrota (1-4) que encajó ante los neerlandeses con un goleada (6-1) sobre Polonia.
Una victoria en la que jugó un papel fundamental el atacante del Real Madrid Eden Hazard, que, tras superar un sinfín de lesiones, parece a recuperar el nivel que le llevó a ser considerado uno de los mejores jugadores del mundo.
“Se reúnen todas las condiciones para que pueda jugar mi fútbol. Ya no tengo problemas de rodilla ni de esto o de lo otro. Todo está en orden. Voy a tener una buena preparación física y mental para estar listo para el próximo año. Me corresponde demostrar que no estoy acabado”, señaló Hazard la pasada semana.
Y lo cierto es que este miércoles ante Polonia el jugador belga demostró que sigue atesorando mucho fútbol en sus botas. Si a los seis minutos de juego Hazard vio cómo se quedaba sin premio su magnífica asistencia de tacón a Michy Batshuayi, que se encontraba en fuera de juego por milímetros, nada pudo impedir a los 59 minutos que Kevin De Bruyne convirtiese otra pase del madridista en el 2-1.
Un gol que sirvió para dar la vuelta al tanto inicial de Robert Lewandowski que adelantó a Polonia a los 28 minutos en el marcador (0-1) en una acción en la que el delantero, pretendido por el Barcelona, volvió a demostrar su contundencia ante la portería rival.
La misma que mostró Bélgica en el tramo final del encuentro en el que los del español Roberto Martínez plasmaron en el marcador (6-1) la enorme distancia que separa en estos momentos a belgas y polacos con los tantos de Leandro Trossard, autor de un doblete, Leander Dendoncker y Lois Openda.
Mucho más gris fue el triunfo de los Países Bajos, que se impuso por un agónico 1-2 en su visita a Gales gracias a un gol del delantero Wout Weghorst en el tiempo de prolongación.
Si el pasado viernes los “oranje” dieron un auténtico puñetazo sobre la mesa con su contundente victoria (1-4) sobre Bélgica, este miércoles en Cardiff quedó claro que la unidad B del conjunto neerlandés se encuentra varios cuerpos por detrás de los teóricos titulares.
Los once cambios introducidos por Louis van Gaal en el equipo inicial con relación al partido de Bruselas rebajaron el tono de los Países Bajos que sufrió más de lo previsto ante una Gales, que dejó de inicio en el banquillo a piezas clave como Gareth Bale.
Pero a falta de juego la selección neerlandesa mostró efectividad al aprovechar su primera oportunidad para adelantarse en el marcador (0-1) a los 50 minutos con un remate desde el borde del área de Teun Koopmeiners. Un gol que no privó de apuros a los visitantes que vieron como Gales, ya con Bale en el campo, igualó la contienda (1-1) a los 92 minutos con un tanto con un gol de cabeza de Rhys Norrington-Davies.
Sin embargo, poco le duró la alegría a los galeses, que vieron cómo dos minutos más tarde, en el 94, Wout Weghorst estableció en una contra el definitivo 1-2, que permite a los Países Bajos seguir contando por triunfos su partidos en la competición.