La jugadora de voleibol Lara Lugli fue despedida y demandada por el Pordenone, un club de la segunda división italiana, por quedarse embarazada. El equipo denunció a la jugadora por daños y perjuicios y se niega a pagarle el sueldo de un mes.
El episodio en sí tuvo lugar en 2019, cuando Lara Lugli comunicó al club, por entonces en la Serie B1, que estaba embarazada. El equipo, automáticamente rescindió su contrato. Fue entonces cuando la jugadora pidió al Pordenone que la pagase su salario del mes de febrero, durante el cual formó parte del equipo, pero a día de hoy todavía no lo ha cobrado.
Lamentablemente, Lugli sufrió un aborto en abril de 2019 y fue cuando el club la demandó porque “cuando firmó el contrato ya tenía 38 años”, edad a la que desde el equipo consideran que debe comunicar un “posible deseo de quedarse embarazada”. Además, la jugadora explica que el Pordenone la reclama daños y perjuicios porque cuando dejó el equipo éste se fue a pique en el campeonato.
Según informa la Asociación Nacional de las Atletas (ASSIST) explica que el contrato de la jugadora expiraba en caso de “embarazo comprobado”, por lo que el club la denuncia por “haber violado la buena fe contractual”. Debido al rumbo que ha tomado el caso, la ASSIST lo ha llevado hasta el primer ministro italiano y el Comité Olímpico Nacional.