viernes 29 marzo, 2024
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“Ronaldo se fue al Inter por dinero pero quería seguir en Barcelona”

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Cuando empezó el verano de 1997 Ronaldo Nazário era feliz en Barcelona. Acababa de concluir la temporada más exitosa de una carrera todavía corta pero que ya se intuía como meteórica a los veinte años que tenía. Su continuidad en el Barcelona, donde había explotado con treinta y cuatro goles en la Liga tras dos años en el PSV Eindhoven, era casi una realidad. Sin embargo, algo pasó la tarde del 19 de junio en la que el brasileño aceptó, por lo menos inicialmente, renovar por el Barcelona. Porque la mañana siguiente el Inter pagó su cláusula de resicisión y el 1 de julio fue presentado como nuevo jugador ‘nerazzurro’.

“Ronaldo se quería quedar en Barcelona, estaba contento y su deseo era renovar” asegura Joan Gaspart , entonces vicepresidente y hombre fuerte del Barcelona en la mayoría de negociaciones importantes de la época, en declaraciones a Goal. Tanto era así que las partes incluso se habían reunido aquella tarde de principios de verano para cerrar la ampliación de contrato del delantero en las oficinas del presidente, Josep Lluís Núñez, en la Calle Urgell de la capital catalana. “Hasta redactamos el documento en presencia del propio jugador y de sus dos agentes”, Alexandre Martins y Reinaldo Pitta.

“Eran las tres de la tarde y con buen criterio decidimos ir a comer y celebrar la renovación de Ronaldo para, después, regresar al despacho y firmar el acuerdo que habíamos alcanzado” recuerda Gaspart. Fueron a comer a un restaurante cercano y “hasta brindamos con cava para celebrar el consenso alcanzado” . Pero el otrora vicepresidente admite que “aquello fue un error porque si no hubiéramos ido a comer y lo hubiéramos firmado en el mismo momento en el que alcanzamos el acuerdo Ronaldo se habría quedado en el Barcelona” .

Sucedió que durante la comida en la que presuntamente las partes celebraban que iban a continuar juntas unos años más “uno de los agentes se ausentó durante media hora para atender una llamada telefónica” . Era Massimo Moratti, presidente y propietario del Inter de Milán, lanzando una última ofensiva para convencer a los agentes de Ronaldo, propietarios a su vez una porcentual de los derechos federativos del delantero, que por contrato no gozaba de plenos poderes a la hora de decidir sobre su futuro. “En ese momento no le di demasiada importancia a la ausencia del agente y la tenía” admite Gaspart. “Cuando regresó se excusó, tomó café y brindamos antes de ir al despacho para firmar el contrato” recuerda. Los problemas no habían hecho más que empezar.

“Desde el primer momento en el que llegamos al despacho del presidente Núñez los agentes empezaron a poner trabas, le dijeron a Ronaldo que se fuera a casa y que ya le llamarían para firmar”. Ronaldo obedeció y se fue a casa. La reunión se alargaría durante horas y sobre las ocho de la tarde “les pregunté si es que no querían firmar” recuerda Gaspart. “Insistían en que sí pero lo que proponían era renegociar el contrato casi al completo, aumentando los términos económicos con una idea clarísima” según el ex vicepresidente. “Se trataba de reventar la negociación” . Y lo lograron.

Gaspart señala que “cuando logramos renegociar los cinco puntos que pedían, encontraron un sexto elemento, que también resolvimos, y luego un séptimo”. Así que el directivo barcelonista llamó a Ronaldo “y llorando me dijo que lo sentía mucho pero que sus representantes le habían dicho que tenía una oferta mucho mejor que la nuestra y que le convenía a todos los efectos ir a otro club a ganar mucho más dinero”. Ronaldo no firmó y apenas unas horas después, la mañana siguiente, el Inter depositaba en la sede de la LFP los 4.000 millones de pesetas -unos 24 millones de euros al cambio actual, una cifra récord en aquellos momentos- de su cláusula de rescisión.

“Pero nosotros no estábamos de acuerdo y acudí a la FIFA en Zúrich para interponer una demanda contra el Inter” recuerda Gaspart, quien añade cómo “se resolvió realizar un arbitraje para resolver la candidad a pagar, no si el jugador podía ir al Inter, algo que estaba ya claro que iba a suceder porque habían pagado la cláusula, la FIFA le dio la razón al Barcelona y el Inter tuvo que pagar otros 400 millones de pesetas”. Una cantidad importante que no tapó el sabor de la decepción tras haber perdido a un jugador irrepetible, ya enfundado en su nueva camiseta ‘nerazzurra’.

El enfado del Barcelona con el Inter duró años. “Le dije personalmente a Moratti que lo que había hecho no era serio porque sabía que estábamos negociando y habíamos cerrado la operación” repite Gaspart a pesar de que aclare que “él siempre ha negado saber que ya habíamos llegado a un acuerdo pero es mentira”. Sin embargo, asegura que “siempre que le veo le recuerdo que Ronaldo no quería ir al Inter sino que fueron sus representantes los que le convencieron a base de dinero”.

Más tarde, ya en 2002, y con Gaspart convertido en nuevo presidente del Barcelona apareció la oportunidad de recuperarle para la causa azulgrana “y Ronaldo me dijo que si igualábamos la oferta del Real Madrid elegiría el Barcelona pero era una cifra muy importante y no pudimos afrontar una inversión de aquellas características por un jugador que había salido como lo había hecho” y acabó vestido de blanco a pesar de que Gaspart insista en que “Ronaldo tiene más corazón azulgrana que madridista porque guarda mejores recuerdos de su etapa en el Barcelona” . Eso, seguramente, solo lo sabe el propio Ronaldo, cuya historia con el club azulgrana no fue a más por cuestiones económicas.

 

Vía Goal.com

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