La sudafricana Caster Semenya está de nuevo en la cumbre del mediofondo mundial. Acudió a los Juegos Olímpicos con la esperanza de dejar atrás años de polémica sobre su género.
La atleta se clasificó para semifinales de 800 metros, una distancia que está calificada para batir su récord mundial. Sin embargo, su producción de testosterona, es muy superior a la de las que compiten como mujeres por lo que se ha abierto una nueva y polémica discusión de esta condición.
“No tengo tiempo de hablar de esto. Soy una atleta y me concentro sobre todo en los problemas que me conciernen: entrenarme, obtener resultados, comer, dormir”, explicó en meses pasados durante los campeonatos de África en Durban.
El año pasado, el Tribunal de Arbitraje suspendió temporalmente esa reglamentación y pidió a la IAAF que demostrara que el exceso de testosterona es una ventaja para estas deportistas. La decisión dejó aSemenya el campo libre para competir en Rio.
La corredora ha recibido el respaldo del presidente de la IAAF, Sebastian Coe. “No me gusta que los atletas, sea cual sea su disciplina, sean diabolizados. Estamos hablando de seres humanos”, dijo al margen de los campeonatos africanos.