El fútbol, con sus ríos de dinero, puede convertir a sus estrellas en “objetivos prioritarios” de los “buitres” que planean en su entorno. Se trata de un fenómeno viejo que en los últimos años se ha visto amplificado por las redes sociales, algo que el reciente ‘caso Paul Pogba’ pone encima de la mesa.
No faltan historias sórdidas en el fútbol y la última en sumarse a la lista es el intento de extorsión a gran escala del que dice ser víctima Paul Pogba, campeón del mundo con Francia y jugador de la Juventus.
El mediocampista de 29 años declaró a los investigadores del caso que fue víctima de una trampa de unos amigos de la infancia y dos encapuchados armados, que le reprochaban no haberles ayudado económicamente. Se le exigió una suma de 13 millones de euros (12,9 millones de dólares) y Pogba afirmó haber pagado unos 100.000 euros (99.750 dólares).
¿Por qué se enemistó con sus amigos de la infancia?
La historia salió a la superficie cuando el sábado fue publicado un enigmático vídeo de Mathias Pogba, hermano mayor de Paul Pogba y con el que no mantiene buena relación. Mathias Pogba prometió en dos ocasiones hacer “revelaciones” sobre su hermano Paul y, especialmente, sobre su supuesto recurso a los servicios de un brujo.
En Francia se abrió el pasado 3 de agosto una investigación por extorsión en banda organizada. El caso ha sido confiado a la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado.
Ahora, según publicó el diario The Sun, Pogba reconoció a su hermano Mathias entre el presunto grupo de extorsionadores, con el que se habría disgustado después de expulsarlo de su casa de Manchester al descubrir que se le gastaron 198.00 euros en tarjetas de crédito.