Por primera vez en su historia y como culminación de un proceso iniciado en 2008 con el ingreso de los capitales de los Emiratos Árabes Unidos, el Manchester City disputará la final de la Champions League. En la semifinal de vuelta disputada ayer, los “Ciudadanos” volvieron a dominar con su juego al PSG, le ganaron 2-0 y acumularon un global de 4’1.
Acostumbrados a vivir durante décadas a la sombra de su rival de la ciudad de Manchester, el más popular y laureado United, los del City se encuentran ahora en un momento de esplendor, pues esta temporada ya conquistaron la Copa de la Liga y están a punto de quedarse con la Premier League.
Desde 2016, el City está dirigido por el técnico catalán Pep Guardiola, que talló con paciencia un equipo de preciso control de la pelota, que presiona al rival en todos los sectores de la cancha y que por si fuera poco defiende muy bien.
El penúltimo paso a la gloria ambicionada se confirmó ayer, en un campo cubierto por la escarcha de la granizada que cayó en Manchester y que vestía el césped del Etihad Stadium. En ese escenario, el orden mundial del fútbol también cambiaba, con dos equipos construidos a base de billetera.
Según medios europeos, la compañía Abu Dhabi United Group Investment and Development Limited, encabezada por el jeque Mansour bin Zayed, invirtió en estos años 2.016 millones de euros en fichajes
“Hemos invertido mucho dinero, pero no es sólo eso. Si la gente quiere pensar eso, muy bien, pero hay mucho trabajo por detrás. Y por eso en la última década hemos ganado cinco Premier League”, comentó Guardiola tras el partido.
En un equipo siempre muy parejo, el héroe de la jornada fue Riyad Mahrez, internacional argelino nacido en las afueras de París, autor de los dos goles.
SUSTO.. Como en cada dentellada de Guardiola a la Copa de Europa en los últimos diez años, iba a haber sustos. Apenas comenzado el encuentro, el árbitro neerlandés Bjorn Kuiper dio penal por una supuesta mano de Oleksandr Zinchenko, pero el VAR lo revisó y encontró que la pelota le había pegado entre el cuello y el hombro al lateral ucraniano, para alivio de un Guardiola que a los 10 minutos iba a estar celebrando el primer gol de su equipo.
Un tanto con su sello, porque nació de un pelotazo con intención del propio arquero Ederson. Zinchenko picó desde su campo, tomó adelantada a toda la defensa, llegó hasta el área y puso un pase atrás que remató De Bruyne. Rechazó la defensa y el rebote le quedó a Mahrez, cuyo remate pasó entre las piernas de Keylor Navas.
PSG, que había iniciado la segunda semifinal con la ausencia de Kylian Mbappé, lesionado, trató de igualar rápido, pero el cabezazo de Marquinhos, el goleador de la ida, se topó con el travesaño. Y Di María se perdió un regalo del City, que se equivocó en a salida, pero el tiro del argentino pasó apenas desviado. Mientras tanto, Neymar estaba desaparecido.
Entonces, el City volvió a ser la máquina perfecta que domina la cancha, que se defiende presionando incluso en el área chica del rival y que mata a la contra.
Ya en el complemento, tras un corner a favor del PSG llegó el segundo gol, tras un estupendo contragolpe. De Bruyne filtró la pelota, vino el pase de la muerte de Foden y Mahrez volvió a convertir.
Los de Pochettino terminaron de desarmarse cuando Di María perdió la cabeza y se autoexpulsó con una patada a Fernandinho al discutir un saque lateral. En los minutos finales el dominio del equipo celeste fue absoluto y el 2 a 0 se quedó corto.
EL BALANCE. De esta forma, el PSG da un paso atrás, después de alcanzar el subcampeonato el año pasado. Un duro revés para otro club sostenido por los petrodólares del Golfo Pérsico.
También fue un fuerte golpe para Neymar, que abandonó Barcelona hace tres temporadas para salir de la sombra de Messi y tratar de convertirse en el mejor futbolista del mundo. En el partido de ayer se mostró individualista, con escasa suerte en los duelos.
“Empezamos muy bien, creando ocasiones y dominando al Manchester City. Eso no es fácil”, explicó el técnico Mauricio Pochettino. Pero “a veces en el fútbol se necesita un porcentaje de suerte en algunos periodos del partido. Al final, ellos han sido muy eficaces”, admitió el argentino.
El equipo de Pochettino tendrá que centrarse ahora en tratar de mantener su hegemonía en la Ligue 1, teniendo muy complicado sumar un cuarto título consecutivo (y el octavo en las nueve últimas temporadas), pues a falta de tres jornadas está segundo a un punto del Lille.
Manchester City logra de forma rotunda lo que llevaba tantos años buscando. Será su primera final de la Champions League, incluso considerando la antigua Copa de Europa iniciada en 1955.
Hasta el momento, el único titulo internacional del club en sus 134 años de trayectoria lo logró en la desaparecida Recopa europea: en la temporada 1969-1970 venció en la final al Górnik Zabrze polaco.
Para Guardiola, en cambio, será su tercera final en la Champions, la primera en diez años. Las dos anteriores las ganó con el Barcelona, en 2009 y 2011.
“Estoy increíblemente orgulloso y mi primer pensamiento va para los jugadores que no jugaron hoy; sé que para ellos es duro, pero todo el mundo aporta su contribución en esta temporada de Liga de Campeones”, declaró.
“Clasificarse frente a un equipo que había eliminado al Barcelona y al Bayern Múnich dice mucho de nosotros y vamos a festejarlo”, añadió Guardiola, que recordó a algunos jugadores que pasaron por su plantel en estos años.