Inicio Curiosidades La extraña manera que encontró una boxeadora profesional para ganarse la vida 

La extraña manera que encontró una boxeadora profesional para ganarse la vida 

La extraña manera que encontró una boxeadora profesional para ganarse la vida 
La extraña manera que encontró una boxeadora profesional para ganarse la vida 

Casi como un juego, la boxeadora australiana Ebanie Bridges encontró una forma de ganar miles de dólares sin esfuerzo ni mella a su intimidad. La bella púgil, de 33 años, vende sus medias (calcetines), luego de utilizarlas, a admiradores de diferentes partes del mundo.

Lo que comenzó como una broma entre amigos, se convirtió en una inesperada forma de generar ingresos para la “Bombardera Rubia”, cuya carrera profesional comenzó el año pasado y lleva cuatro combates, con cuatro victorias, dos de ellas por nocaut técnico.

La primera vez que Ebanie vendió un par de sus medias fue luego de entrenar online a un pupilo. La deportista había recibido muchos mensajes sobre la idea y una noche, cuando estaba bromeando con sus amigos, respondió a un seguidor en las redes y dijo que se los vendería.

Por la transacción, Ebaine terminó recibiendo 500 libras esterlinas ($89.000, al cambio de hoy) de un fan británico. Desde entonces, la boxeadora embolsó 4000 dólares australianos en un mes ($390.000), y llegó a vender un solo par en 900 unidades de la moneda oceánica ($87.600). Este éxito fue luego superado cuando colocó dos medias del mismo par a dos clientes diferentes, por 2000 AUD en total.

La monetización por parte de Ebaine de sus pies no terminó allí, ya que ahora también comercializa fotos de sus pies a 100 dólares por imagen. Y no es todo: el insólito interés en los pies de la mujer, y en lo que se pone sobre ellos, le ha valido un patrocinio con la marca de calcetines británica Clingz.

Ebanie es profesora de matemáticas de escuela secundaria en Sídney. En declaraciones a 7News, comentó: “Gané un poco de dinero, no voy a mentir. Sin embargo, es muy extraño porque siento que estoy vendiendo desnudos cuando pienso en compartir una foto de mis pies sin calcetines. Es tan extraño. No tiene nada que ver con mis pies. Solo tiene que ver con estas personas y sus fetiches. No creo que realmente les importen (mis pies). Para mí es un negocio, no un juego”.

Más allá de lo extraño del caso, la pasión erótica por las extremidades inferiores no es algo nuevo. Se la denomina podofilia y es mucho más común en hombres que en mujeres, en una proporción de 4 a 1. Un fetichista del pie se puede excitar sexualmente al ver, tocar, acariciar, chupar, oler, lamer o besar los pies de otra persona.

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