El joven Tobías, de tan sólo 9 años de edad, rompió el llanto al recordar que en un partido de su club le marcaron un gol de caño.
El pequeño arquero se vio tan frustrado que manifestó sus deseos de no jugar más bajo los tres palos, pero sus padres, a pesar de filmarlo en su momento más dramático, le dieron ánimo.