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Partida de Guillermo Cárdenas enluta el ciclismo tachirense

Guillermo “Lobatera” Cárdenas, deja un vacío en el ciclismo tachirense. (Foto/La Nación)
Guillermo “Lobatera” Cárdenas, deja un vacío en el ciclismo tachirense. (Foto/La Nación)

De luto el ciclismo tachirense. La partida de Guillermo “Lobatera” Cárdenas, el primer hijo de esta tierra en ganar una etapa de la Vuelta al Táchira en Bicicleta, la cuarta, cumplimiento de la segunda edición, año 1967, del ahora emblemático giro ciclístico, deja un vacío dentro del pedalismo regional y nacional.
Lobatera, “la capital del mundo”, como bautizó el colega Carlos Alviárez Sarmiento a su pueblo natal, también cuna de Guillermo Cárdenas, pierde a uno de sus hijos más preclaros, un deportista a carta cabal, primero en condición de ciclista y luego en el rol de entrenador.
Vino al mundo el 27 de noviembre de 1945, y desde muy joven se inclinó por el deporte de las bielas, para incursionar en la competencia activa en los primeros años de la década del 60, y luego de colgar la bicicleta, al lado de los ya desaparecidos Leandro Coco y Osman Pulgar, se quedó en el club Lotería del Táchira en condición de masajista, y con la vacante dejada por los dos técnicos loteros, pasó a ocupar el rol de entrenador.
Hace casi una década se retiró de su pasión de toda la vida, el ciclismo, para dedicarse a su familia: hijos, nietos, bisnietos y un tataranieto, que ahora lloran la partida de su padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo.
Larry Lizcano, amigo de toda la vida de Guillermo Cárdenas, catalogó a este roble del deporte regional y nacional como un hombre honrado, honesto y por encima de todo un caballero a carta cabal.
Entre sollozos, su hija Guilber Violeta Cárdenas, platicó con el periodista, vía telefonía móvil, para contar que su progenitor venía enfermo desde hace un año, pero con una lucidez total; fue el pasado sábado cuando sufrió un ACV, para agravarse en la mañana de ayer y entregar el alma al Creador en las primeras horas de la tarde.
Hasta su residencia, en Lobatera, familiares, amigos y en fin quienes de una u otra forma conocieron a Guillermo “Lobatera” Cárdenas, lo acompañarán hasta su última morada, ahí mismo en su pueblo natal, donde vio la primera luz del día y donde sus restos reposarán por siempre. Paz a su alma. (Homero Duarte Corona)

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